El Papa Francisco falleció el lunes 21 de abril de 2025 a las 07:35 horas en su residencia de la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años, tras sufrir un ictus cerebral que lo dejó en coma y provocó una parada cardiocirculatoria irreversible.
Una despedida serena y en casa
Sergio Alfieri, jefe de cirugía oncológica abdominal del hospital Gemelli y médico personal del pontífice, fue quien lo acompañó en sus últimos momentos. Alfieri relató que fue alertado a las 05:30 de la mañana por el asistente sanitario Massimiliano Strappetti debido al grave estado del Papa. Al llegar a la habitación, encontró al Santo Padre con los ojos abiertos pero sin respuesta a estímulos, en estado de coma. Dado el riesgo de trasladarlo al hospital, se respetó su deseo de morir en casa.
Una relación de confianza y afecto
La relación entre el Papa Francisco y el Dr. Alfieri se remonta a 2018, cuando el pontífice comenzó a experimentar dolores abdominales severos debido a una enfermedad diverticular. En 2021, Alfieri realizó una cirugía para extirpar parte del colon del Papa. Desde entonces, el médico formó parte del equipo que veló por su salud, acompañándolo en momentos clave y desarrollando una relación de profunda estima y afecto.
Un legado de humildad y compromiso
En sus últimos días, el Papa Francisco mostró una serenidad inusual y cumplió con sus compromisos públicos, como la bendición Urbi et Orbi en la misa de Pascua. Su decisión de rechazar intervenciones invasivas reflejaba no solo una preferencia personal, sino también una declaración de principios sobre la dignidad al final de la vida.
Funeral y homenaje
El Papa Francisco será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, según su voluntad, en una sepultura sencilla y sin adornos. Unas 40 personas entre pobres, presos, transexuales, migrantes y sin techo acompañarán al féretro del Papa hasta la basílica, cada uno portando una rosa blanca en muestra de gratitud hacia el pontífice.
La muerte del Papa Francisco marca el inicio de un periodo de luto en el Vaticano y el comienzo del proceso para elegir a su sucesor. Su legado de humildad, compromiso con los más necesitados y reformas en la Iglesia Católica perdurará en la memoria de millones de fieles en todo el mundo.
Fuentes: EL MUNDO