Françoise Bettencourt Meyers: Un Perfil Discreto y Austeridad
Françoise Bettencourt Meyers, heredera de la empresa de cosméticos L’Oréal, se ha convertido en la primera mujer en acumular una fortuna cercana a los 100.000 millones de dólares. A sus 70 años, su vida se destaca no solo por su riqueza sino también por su estilo de vida discreto y modesto.

Ascenso a la Riqueza
La fortuna de Bettencourt Meyers, hija de Liliane Bettencourt, se multiplicó tras la muerte de su madre en 2017. En 2018, apareció en la lista Forbes con un patrimonio de 42.200 millones de dólares. Recientemente, su riqueza alcanzó los 100.000 millones de dólares gracias a un aumento significativo en el valor de las acciones de L’Oréal, tras un exitoso primer trimestre en 2023.

Vida y Carrera
Nacida en 1953, Françoise ha mantenido un bajo perfil a lo largo de su vida. Es miembro del directorio de L’Oréal desde 1997 y ha sido instrumental en la expansión de la empresa, que opera en 130 países con un portafolio de 35 marcas. Su discreción se refleja en sus pocas apariciones públicas y en su enfoque en la gestión y crecimiento de la empresa.

Estilo de Vida Modesto
A pesar de su enorme fortuna, Françoise lleva una vida modesta. Vive en un departamento moderno y discreto en Neuilly-sur-Seine, un contraste notable con la mansión de su infancia. Evita eventos sociales y no colecciona arte ni usa joyas ostentosas. En una entrevista con la revista Le M, declaró: “Soy simplemente una mujer privilegiada… no vivo en una mansión. No somos coleccionistas de pintura y no uso joyas”.

Pasiones y Aficiones
Françoise dedica gran parte de su tiempo a tocar el piano y escribir. Ha publicado un extenso estudio de la Biblia en cinco volúmenes y una genealogía de los dioses griegos. Además, disfruta viajar, especialmente a Italia y Estados Unidos, y prefiere destinos tranquilos como Megève en lugar de las estaciones de esquí más elitistas.

Relaciones Personales
A pesar de su riqueza, Françoise ha mantenido relaciones personales genuinas y duraderas. Entre sus amigos cercanos se encuentran figuras como la actriz y soprano francesa Arielle Dombasle y el empresario Jean-Marie Lefebvre. Su vida personal y social sigue siendo discreta y alejada de los reflectores.

Françoise Bettencourt Meyers es un ejemplo de cómo llevar una vida discreta y modesta a pesar de poseer una de las mayores fortunas del mundo. Su enfoque en la privacidad y la simplicidad, junto con su dedicación a la música y la escritura, la distinguen de otros multimillonarios y subrayan su compromiso con un estilo de vida que valora más la sustancia que la apariencia.