Después de su salida de la Unión Europea, el Reino Unido busca establecer relaciones comerciales con una nueva región: la «nueva Europa» que el Príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, está construyendo con la extravagante mega ciudad NEOM.

Este proyecto, valuado en 700 mil millones de dólares, representa la vasta riqueza del país derivada del petróleo, que el gobierno británico espera aprovechar mediante un acuerdo de libre comercio con los estados del Golfo. Aunque las negociaciones han cobrado impulso, el Reino Unido ha enfrentado obstáculos en sus intentos de cerrar acuerdos con otros países, como Canadá, India y Estados Unidos.

A pesar de los esfuerzos del gobierno británico por fortalecer su economía, la popularidad del Partido Conservador ha disminuido, y se enfrenta a una creciente oposición del Partido Reforma liderado por Nigel Farage.

La posibilidad de perder el poder en las próximas elecciones generales ha llevado al gobierno a buscar un acuerdo comercial con Arabia Saudí como una última oportunidad de presentar una victoria comercial ante el electorado.

Mientras tanto, los desafíos políticos internos dentro del Partido Conservador han generado incertidumbre sobre su liderazgo futuro. La reciente deserción de un miembro destacado del partido ha resaltado la fragilidad de su posición.

A medida que se acercan las elecciones generales, la necesidad de resultados positivos se vuelve aún más apremiante para el gobierno de Rishi Sunak.