El FBI ha iniciado una investigación sobre posibles intentos de hackeo dirigidos a las campañas de Trump y Biden-Harris. Según una fuente cercana al caso, los ataques cibernéticos afectaron a tres miembros de la campaña de Biden-Harris y a Roger Stone, exasesor de Trump. La investigación busca determinar la magnitud del ataque y si tuvo éxito, aunque no hay información clara sobre el alcance del daño.

El Washington Post fue el primer medio en reportar que estos intentos de hackeo están siendo investigados por el FBI. Mientras tanto, un funcionario de la campaña de Harris afirmó que, hasta el momento, no tienen conocimiento de ninguna violación de seguridad en sus sistemas. Por su parte, Stone ha informado que su correo electrónico fue comprometido, según le comunicaron las autoridades.

El FBI no ha dado detalles adicionales ni ha especificado la naturaleza exacta del hackeo, si es que ocurrió. Sin embargo, la campaña de Trump ha vinculado el incidente con un ataque cibernético iraní que Microsoft mencionó en un informe reciente, aunque la compañía no ha confirmado esta versión ni ha compartido detalles específicos sin la autorización correspondiente.

Expertos en ciberseguridad han advertido constantemente sobre la posibilidad de que actores extranjeros intenten influir en las elecciones estadounidenses mediante tácticas como «piratería y filtración». Estos ataques, que han afectado elecciones anteriores, podrían estar siendo utilizados nuevamente en el contexto de las elecciones de 2024. Se sospecha que Rusia, China e Irán están involucrados en estos esfuerzos, con Irán específicamente enfocado en socavar la candidatura de Trump.

El reciente informe de Microsoft menciona un caso en el que hackers accedieron a la cuenta de correo electrónico de un exasesor de una campaña presidencial y la utilizaron para enviar correos de phishing a otro asesor de alto rango. Sin embargo, no se ha confirmado si el ataque tuvo éxito ni a qué campaña estaba dirigido.

Hasta el momento, la disposición de la campaña de Trump para cooperar con el FBI sigue siendo incierta, lo que podría dificultar la investigación. Chris Krebs, exdirector de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, expresó su preocupación por la falta de colaboración, lo que podría afectar la comprensión del incidente desde una perspectiva de seguridad nacional.

La relación antagónica entre Trump e Irán ha aumentado las tensiones, especialmente después de que Trump autorizara un ataque que mató al líder militar iraní Qassem Soleimani en 2020. Irán ha prometido vengar su muerte, lo que ha llevado a que varios exfuncionarios de la administración Trump cuenten con protección de seguridad las 24 horas.

Expertos en ciberseguridad y exfuncionarios estadounidenses recomiendan la transparencia como la mejor respuesta a los ataques cibernéticos, instando a divulgar información precisa rápidamente para contrarrestar los intentos de desinformación. Adam Schiff, ex presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, pidió a las autoridades que desclasifiquen y publiquen cualquier información relevante sobre la interferencia extranjera sin demora.

El hackeo a la campaña de Trump evoca recuerdos de la operación rusa en 2016 contra Hillary Clinton, aunque parece menos elaborado en términos de distribución de los archivos robados. Si bien no se ha observado una operación similar a la de 2016, en la que los rusos utilizaron personajes falsos y plataformas como WikiLeaks para filtrar información, la aparente falta de sofisticación en el ataque podría indicar una limitada capacidad de los hackers iraníes involucrados.