13/08/24 – 14:00 P.M
La presencia del crimen organizado en México se ha expandido a tal punto que, según un informe reciente, ya controla el 13% de la distribución de productos en el país. Las principales empresas mexicanas expresan una visión crítica sobre la gestión del crimen organizado por parte del gobierno, mostrando una baja confianza en la policía, lo que ha llevado a muchas a establecer sistemas de defensa privados.
Los datos de violencia en México son alarmantes, con el crimen organizado y los narcotraficantes consolidándose como fuerzas poderosas en el país. Estos grupos han influido en la vida cotidiana de los mexicanos, hasta el punto de que los ciudadanos llevan móviles falsos para entregarlos en caso de ser robados. La violencia ha hecho inaccesibles algunas ruinas mayas, y los narcotraficantes incluso han intervenido en antenas de Internet, exigiendo pagos directos de los ciudadanos.
En cuanto a la seguridad, ha habido un debate sobre si otorgar más poder al ejército reduciría la criminalidad, pero las estadísticas del gobierno mexicano son contundentes en cuanto a la gravedad del problema. Un 13% de las empresas reporta que el crimen organizado ha tomado control parcial o total de sus operaciones, según el Sondeo de Seguridad Empresarial de la American Chamber Mexico. Este organismo, que representa a grandes empresas como Amazon, Coca-Cola y FedEx, revela que más de la mitad de las empresas encuestadas son nacionales y el 40% de ellas tienen más de 1,000 empleados.
El sondeo muestra cifras impactantes: el 60% de las empresas se consideran afectadas por la delincuencia, ya sea común u organizada, y el 58% invierte entre un 2% y un 10% de su presupuesto en seguridad. Además, el 80% de las empresas ofrece cursos de seguridad tanto física como cibernética a sus empleados, reflejando una creciente preocupación por la ciberseguridad.
El informe también destaca los principales focos de preocupación para las empresas en términos de seguridad, siendo la protección de los empleados y sus familias la mayor prioridad. Aunque la seguridad en el transporte ha mejorado, ha aumentado la preocupación por la ciberseguridad. Un dato notable es que el 12% de las empresas considera que el crimen organizado controla parcialmente la distribución de sus productos, mientras que un 1% afirma que ese control es total.
Respecto a la actuación del gobierno, un preocupante 81% de los encuestados opina que no hay coordinación efectiva entre las distintas áreas gubernamentales encargadas de la seguridad. Esto, sumado a la desconfianza en la policía—con un 75% de las empresas mostrando poca o ninguna confianza en la policía municipal—, ha llevado a muchas a recurrir a la seguridad privada. El 59% de las empresas cuenta con un Departamento de Seguridad Corporativa, con un 40% de estos departamentos reportando directamente a la alta dirección.
El informe señala los estados mexicanos donde las empresas se sienten más inseguras, mostrando algunos cambios respecto a 2021. Por ejemplo, la Ciudad de México ha caído del top 3 de las zonas más preocupantes al séptimo lugar. Otros estados, como Guerrero, han surgido como nuevas áreas de preocupación.
La situación de inseguridad ha tenido un impacto directo en la inversión extranjera en México. Un 17% de las empresas ha reducido sus inversiones en el país en los últimos años, un 9% ha trasladado operaciones a estados más seguros, y un 21% ha suspendido operaciones en algún estado debido a la falta de seguridad. Estas cifras reflejan un escenario preocupante tanto para el gobierno como para las instituciones policiales, en un momento en que México podría convertirse en un punto clave para el comercio entre China y Estados Unidos si se resuelven los problemas de seguridad.
Fuente: Xataka
Foto: Tribuna Abierta