El orégano, más allá de su uso culinario, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden aliviar dolores articulares y promover la producción de colágeno, esencial para la salud de las articulaciones.

Aunque muchos no lo saben, el orégano, una hierba aromática de la familia de las Lamiaceae, ofrece una serie de beneficios medicinales que van más allá de su valor como condimento en la cocina. Es reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, las cuales pueden ser eficaces contra dolores articulares y condiciones como la artritis, además de favorecer la producción de colágeno.

El orégano es rico en antioxidantes como flavonoides y ácidos fenólicos, que protegen contra el estrés oxidativo y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Sus aceites esenciales, como el carvacrol y el timol, poseen potentes propiedades antimicrobianas y antifúngicas, útiles para combatir infecciones.

Entre otros beneficios, el orégano también mejora la salud digestiva, reduce la inflamación, beneficia la respiración y fortalece el sistema inmunológico. Además, estudios sugieren que puede ayudar en el control de los niveles de azúcar en la sangre y poseer propiedades anticancerígenas.