Acusaciones de robo agravado y otros delitos
La fiscalía de Venezuela, a través del Ministerio Público (MP), ha solicitado formalmente a la Interpol emitir una alerta roja contra el presidente argentino Javier Milei, bajo acusaciones de «robo agravado» y otros seis delitos. Estas acusaciones se derivan de la controversia en torno a un avión venezolano-iraní retenido en Argentina en 2022 y luego enviado a Estados Unidos en febrero de 2023. El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, fue el encargado de hacer pública esta solicitud, señalando que además de Milei, también están implicadas la secretaria general argentina Karina Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quienes enfrentan cargos similares.

Los delitos que se les imputan incluyen «legitimación de capitales, simulación de hechos punibles, privación ilegítima de libertad, interferencia ilícita en la seguridad operacional de la aviación civil, inutilización de aeronaves y asociación». Estas acusaciones se relacionan con la retención del avión, que operaba bajo la bandera de la compañía venezolana Conviasa y tenía vínculos con Irán. Venezuela ha calificado la retención y posterior transferencia del avión como un acto ilícito que afecta su soberanía y derechos.

Escalada de tensiones entre Venezuela y Argentina
Esta solicitud de alerta roja a Interpol representa un nuevo capítulo en el deterioro de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Argentina. Las tensiones entre ambos países aumentaron cuando un tribunal argentino emitió una orden de captura contra Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Esta medida fue vista por Venezuela como una represalia por el caso del avión, y Tarek William Saab describió la orden de captura como una «venganza» de las autoridades argentinas bajo el mandato de Milei. Según Saab, la respuesta de Venezuela se justifica como un acto de defensa de la soberanía ante lo que consideran una intervención extranjera, en este caso, impulsada por presiones de Estados Unidos​.

Venezuela ha denunciado que las acciones judiciales en Argentina forman parte de un «plan orquestado» por Estados Unidos y sus aliados en la región para socavar al gobierno de Maduro. Estas tensiones han sido acompañadas por fuertes declaraciones de ambas partes, lo que podría escalar aún más en el ámbito diplomático.

Contexto del avión venezolano-iraní y las repercusiones internacionales
El incidente del avión venezolano-iraní ha sido un tema delicado en las relaciones internacionales de Venezuela, no solo con Argentina, sino también con Estados Unidos. El avión fue retenido en Buenos Aires en junio de 2022, cuando se alegó que su tripulación, compuesta por iraníes y venezolanos, estaba involucrada en actividades relacionadas con el terrorismo, lo que violaría las sanciones internacionales impuestas por Washington a Teherán y Caracas.
La aeronave, que pertenecía a una empresa bajo control del gobierno venezolano, fue finalmente incautada por las autoridades estadounidenses, lo que provocó la ira del gobierno venezolano. Caracas considera que la incautación del avión es parte de un patrón más amplio de agresión contra su soberanía y sus bienes internacionales.

Desde el inicio de este caso, las acusaciones entre los gobiernos de Venezuela y Argentina han aumentado. Mientras tanto, la solicitud de alerta roja a Interpol complica aún más la situación, ya que implica una posible detención de Javier Milei y otros altos funcionarios argentinos si viajan al extranjero. Esto abre un nuevo frente de batalla diplomático y judicial entre ambos países, con implicaciones que podrían llegar a otras naciones que mantienen relaciones con ambos gobiernos.

La solicitud de alerta roja por parte de la fiscalía venezolana contra el presidente argentino Javier Milei es un claro reflejo de la escalada de tensiones entre Venezuela y Argentina. Lo que comenzó como un incidente relacionado con un avión venezolano-iraní ha derivado en un conflicto diplomático que involucra acusaciones mutuas de robo, violación de la soberanía y represalias judiciales. Las repercusiones de este enfrentamiento podrían afectar no solo las relaciones bilaterales, sino también la estabilidad regional en América Latina, donde las tensiones entre los gobiernos afines y opuestos a Venezuela ya son notorias.