China se enfrenta a una población envejecida incentivando el voluntariado entre sus mayores

25/09/24 – 15:10 P.M

Un desafío demográfico sin precedentes
China está lidiando con un importante desafío demográfico: el rápido envejecimiento de su población. Las proyecciones indican que para el año 2035, más de 450 millones de personas, aproximadamente el 30% de la población total, tendrán más de 60 años​.

Esta tendencia es dramática si se considera que en 2022 solo el 20% de la población estaba en esa franja etaria​. A medida que la población mayor crece, la fuerza laboral del país disminuye rápidamente. Para mediados de este siglo, la cantidad de personas en edad de trabajar caerá a niveles similares a los que China tuvo en los años 80.

Este panorama pone a la nación ante un doble reto: un creciente número de ancianos que dependen de sistemas de pensiones y servicios de salud, y una fuerza laboral decreciente que sostendrá estos servicios. Con menos trabajadores y más personas jubiladas, el equilibrio económico se vuelve difícil de mantener.

Medidas para enfrentar la crisis: jubilación y voluntariado
En respuesta a esta situación, el gobierno de Xi Jinping ha decidido implementar varias estrategias. Una de las más destacadas y polémicas es el aumento gradual de la edad de jubilación, una medida que se introducirá a partir de 2025. En los hombres, la edad para retirarse subirá de los 60 años actuales a 63 para 2040. En el caso de las mujeres, la edad de jubilación se incrementará de 50-55 años, según la ocupación, a entre 55 y 58 años​.

Además de esta medida impopular, el gobierno también está fomentando el voluntariado entre los mayores. La idea es que las personas mayores puedan contribuir con trabajos no remunerados en comunidades rurales y áreas menos desarrolladas del país, de esta manera mitigando la carga financiera que representa una creciente población jubilada​.

Con esta estrategia, se busca aprovechar el conocimiento y experiencia de los ancianos, incentivándolos a continuar activos en la sociedad de una manera que no sobrecargue el mercado laboral formal.

El impacto en la economía y la sociedad
El envejecimiento de la población no solo es un reto económico, sino también social. Mientras que el número de jubilados aumenta, las demandas sobre los sistemas de pensiones y de salud también lo hacen. Al tener una menor base de contribuyentes, estos sistemas pueden volverse insostenibles a largo plazo. El trabajo voluntario podría aliviar parte de esta presión, al mismo tiempo que ofrece a los mayores un sentido de propósito y pertenencia en la sociedad​.

Sin embargo, estas medidas no están exentas de críticas. Aumentar la edad de jubilación y depender del voluntariado no son soluciones permanentes, y muchos argumentan que no resolverán las causas subyacentes de la crisis demográfica. Además, la percepción pública hacia el trabajo voluntario es mixta, ya que algunos lo ven como una forma de desviar la responsabilidad del estado hacia los ciudadanos mayores​.

A medida que la población envejece, China deberá continuar buscando soluciones innovadoras para mantener el equilibrio económico y social. Las políticas implementadas en los próximos años serán cruciales para determinar cómo el país enfrentará este desafío a largo plazo, y si podrá evitar una crisis económica relacionada con el envejecimiento de su población.

El envejecimiento de la población en China es un problema que desafía su estabilidad económica y social. Con menos trabajadores y más personas dependientes de los sistemas de bienestar, las políticas como el aumento de la edad de jubilación y la promoción del voluntariado son solo el comienzo de un cambio que afectará a toda la sociedad. Las decisiones que tome el gobierno chino en los próximos años determinarán cómo afrontará este enorme desafío, cuyo impacto podría tener repercusiones globales.

Fuente: Xataka
Foto: Tribuna Abierta

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