Jorge Briseño, un migrante venezolano, ha emprendido una travesía extraordinaria hasta la frontera norte de México, enfrentando desafíos físicos y emocionales. A pesar de caminar con un solo pie y manos lesionadas por el uso de muletas, su determinación lo impulsa a buscar una prótesis y un empleo en Estados Unidos.
Durante su viaje de cuatro meses desde Venezuela, Jorge ha recorrido decenas de kilómetros diarios, incluso en condiciones adversas como la selva del Darién entre Colombia y Panamá. Su historia refleja el drama del éxodo venezolano en México, donde miles de personas buscan escapar de la crisis política y económica en su país de origen.
Jorge explica que dejó Venezuela debido a las difíciles condiciones impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro, que ha dejado a muchas familias luchando por sobrevivir con escasez de alimentos y recursos. Su objetivo es conseguir una prótesis para mejorar su calidad de vida y poder sustentar a su familia.
A pesar de las dificultades, Jorge mantiene la fe y la esperanza en un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y determinación, y destaca la importancia del apoyo humanitario para personas como él, que enfrentan desafíos adicionales debido a su discapacidad.
Rosa Mani Arias, coordinadora del Servicio al Migrante de la organización binacional Avara, destaca la determinación y el coraje de personas como Jorge, que buscan superar obstáculos y construir una vida mejor para sí mismos y sus familias. Las organizaciones humanitarias en la frontera están preparadas para brindar apoyo a migrantes con discapacidades o lesiones, y ofrecerles esperanza en medio de la adversidad.
Fuente: Infobae
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