El gobierno de Paraguay, encabezado por el presidente Santiago Peña, ha solicitado a Estados Unidos acelerar la salida del embajador Marc Ostfield del país, luego de que se hiciera pública la ratificación de la sanción contra la Tabacalera del Este SA (Tabesa). Esta medida fue expresada por el canciller nacional Rubén Ramírez, quien manifestó que la administración paraguaya tomó con desagrado la forma en que se comunicó y politizó la sanción, solicitando así la pronta salida del diplomático para evitar un deterioro en las relaciones bilaterales.

Descontento del gobierno paraguayo
En una breve conferencia de prensa realizada en Mburuvicha Róga, Rubén Ramírez, acompañado por la jefa de Gabinete de la Presidencia, Lea Giménez, expresó la postura del gobierno respecto a la sanción impuesta a Tabesa por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. El canciller señaló que la administración de Santiago Peña recibió con desagrado la mediatización y politización de las sanciones, resaltando que la relación histórica entre Paraguay y Estados Unidos no debe verse afectada por la pérdida de confianza hacia una persona en particular.

Ramírez enfatizó que, aunque el gobierno paraguayo no emite un juicio de valor sobre las herramientas empleadas por Estados Unidos en su lucha contra la corrupción y el terrorismo, considera que la sanción a Tabesa y su mediatización comprometen la independencia y soberanía de Paraguay. La postura del gobierno se centra en evitar cualquier injerencia directa o indirecta en los asuntos internos del país.

La sanción y sus implicaciones
La ratificación de la sanción contra Tabesa se enmarca en la Ley Magnitsky Global de Responsabilidad en materia de Derechos Humanos, una legislación que permite a Estados Unidos imponer sanciones a nivel mundial a quienes cometan graves abusos contra los derechos humanos o actos de corrupción. Según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, la medida se justifica por el apoyo económico que Tabesa habría brindado al expresidente paraguayo Horacio Cartes, quien ha sido designado como «persona significativamente corrupta».

La sanción refuerza el bloqueo económico contra Tabesa y busca proteger el sistema financiero estadounidense, evitando que sea utilizado para actividades corruptas. Esta acción forma parte de los esfuerzos de Estados Unidos para combatir la corrupción en América Latina y preservar la integridad de su sistema financiero.

Reunión previa y decisión del gobierno
Antes de que se hiciera pública la decisión del gobierno paraguayo, Rubén Ramírez mantuvo una reunión con el embajador Marc Ostfield. En este encuentro, el diplomático estadounidense reiteró que la sanción a Tabesa tiene como objetivo proteger el sistema financiero de su país, subrayando la importancia de mantener un entorno financiero seguro y libre de actividades corruptas.

Sin embargo, el gobierno de Santiago Peña decidió solicitar la salida del embajador para evitar que la situación derive en un deterioro de las relaciones bilaterales. Esta solicitud refleja la preocupación del gobierno paraguayo por mantener la soberanía e independencia del país en el manejo de sus asuntos internos.

Expectativas y futuro de las relaciones bilaterales
La solicitud de Paraguay de acelerar el cambio de embajador podría marcar un punto crítico en las relaciones con Estados Unidos. Si bien ambos países han mantenido una relación diplomática sólida y de larga data, la situación actual podría generar tensiones si no se maneja con cuidado. La respuesta de Estados Unidos a la solicitud de Paraguay será crucial para determinar el futuro de las relaciones bilaterales.

El gobierno de Santiago Peña espera que, con la salida de Marc Ostfield, se pueda retomar la confianza mutua y continuar con una relación diplomática basada en el respeto a la soberanía y la independencia de cada nación.