Un equipo de investigadores italianos ha identificado un conducto subterráneo en el pozo más profundo de la Luna, conocido como Mare Tranquillitatis. Este descubrimiento sugiere que podría ser un lugar ideal para establecer una futura base lunar.

Utilizando datos de radar de la sonda LRO, se determinó que el pozo de 100 metros de profundidad tiene un conducto que podría albergar una colonia espacial. Este conducto, que se encuentra a una profundidad de 130 a 170 metros, proporcionaría protección contra la radiación solar, los rayos cósmicos y los micrometeoritos. Además, la estructura subterránea podría facilitar el acceso a recursos como hielo de agua y otros minerales, esenciales para la supervivencia en la Luna.

El hallazgo de esta cueva accesible en el fondo del pozo lunar marca un avance significativo en la exploración lunar. Los investigadores sugieren que más estudios podrían identificar otras cuevas similares, potencialmente adecuadas para futuras bases lunares, destacando la necesidad de nuevas misiones con equipos de radar avanzados para explorar más a fondo la superficie lunar.