12/09/24 – 8:00 A.M
En el corazón de la cultura laboral escandinava se encuentra un concepto fascinante conocido como «arbejdsglaede», que se traduce como “felicidad en el trabajo”. Esta idea, que combina las palabras danesas para trabajo («arbejds») y felicidad («glaede»), representa un ideal alcanzable en el que los empleados no solo encuentran satisfacción en sus tareas diarias, sino que también disfrutan de un sentido de orgullo y pertenencia en su lugar de trabajo. Esta visión no es solo un sueño, sino una realidad para muchos trabajadores en los países nórdicos, donde las tasas de satisfacción laboral son notablemente altas.
Según datos de Eurostat, dos de cada tres trabajadores en Escandinavia reportan una alta satisfacción en su entorno laboral, y un sorprendente 58% indica que continuarían trabajando incluso si no necesitaran el dinero. Este fenómeno ha sido objeto de estudio por varios expertos, incluyendo a Meik Wiking, quien es reconocido por su investigación sobre la felicidad y el bienestar en el trabajo. Wiking, conocido como uno de los hombres más felices del mundo y fundador del Museo de la Felicidad en Copenhague, ha identificado un principio clave para alcanzar esta felicidad laboral: la «regla de los tres metros».
La Regla de los Tres Metros
La «regla de los tres metros» es un concepto presentado por Wiking en su libro «Hygge work: Cómo encontrar la felicidad en el trabajo y en la vida cotidiana». Esta regla se basa en la idea de que cada individuo debe asumir la responsabilidad de lo que sucede en un radio de tres metros alrededor de sí mismo. En la práctica, esto significa que si un compañero de trabajo necesita ayuda y está dentro de ese ámbito, uno debe estar dispuesto a ofrecer asistencia. La regla promueve la idea de que cada persona es responsable de su entorno inmediato y debe actuar de manera proactiva para contribuir a un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
Wiking explica que esta práctica no implica tomar más responsabilidades de las que uno puede manejar, sino simplemente ser consciente y tomar acción en el espacio limitado que rodea a cada uno. Esto ayuda a fomentar un sentido de autonomía y empoderamiento entre los empleados, quienes se sienten más involucrados y responsables de su entorno laboral. En lugar de depender de la supervisión constante de un jefe, cada empleado se convierte en el «jefe» de su pequeño espacio, actuando como anfitrión y resolviendo problemas dentro de su radio de tres metros.
Aplicación en el Mundo Real
El Jardín Tivoli en Copenhague es un ejemplo de cómo la regla de los tres metros se implementa en la práctica. En este parque de atracciones, cada empleado, desde el vicepresidente hasta el camarero, es responsable de su área de tres metros. Esta filosofía asegura que todos contribuyan a la experiencia positiva de los visitantes, manteniendo el entorno limpio y abordando problemas de manera eficiente. Wiking destaca que esta práctica genera un ambiente en el que los empleados se sienten valorados y responsables, y donde el jefe puede delegar confianza en sus equipos.
Responsabilidad Personal y Felicidad Laboral
El concepto de «arbejdsglaede» subraya que la búsqueda de la felicidad en el trabajo es una responsabilidad personal. Según Wiking, no se trata de esperar que otros cambien o mejoren las condiciones laborales, sino de tomar la iniciativa para crear un ambiente de trabajo positivo. Este enfoque no debe confundirse con el positivismo tóxico, que promueve una falsa sensación de control y puede llevar a la frustración. En cambio, la regla de los tres metros es una estrategia activa para mejorar la propia experiencia laboral y contribuir al bienestar general del equipo.
Estrategias Adicionales para el Bienestar en el Trabajo
Además de la regla de los tres metros, Alexander Kjerulf, autor del libro «Happy hour is 9 to 5», sugiere varias prácticas adicionales para fomentar la felicidad en el trabajo. Una de estas prácticas es el «buenos días de nivel 5», que implica saludar a los compañeros de trabajo de manera cálida y amistosa, mostrando un interés genuino en ellos. Esta interacción positiva ayuda a crear un ambiente laboral más acogedor y colaborativo.
Kjerulf también recomienda un ejercicio de gratitud al final de cada día. Consiste en hacer una lista de tres cosas buenas que ocurrieron durante la jornada, sin importar cuán pequeñas sean. Este ejercicio ayuda a entrenar el cerebro para enfocarse en los aspectos positivos del trabajo, mejorando la percepción general de la experiencia laboral.
Por último, celebrar los éxitos en el trabajo es fundamental para mantener una actitud positiva. Kjerulf sugiere que, en lugar de centrarse únicamente en los problemas y desafíos, es importante reconocer y celebrar los logros y éxitos, por pequeños que sean. Esta práctica contribuye a una mayor motivación y satisfacción en el entorno laboral.
La búsqueda de la felicidad en el trabajo, o «arbejdsglaede», es un objetivo alcanzable con prácticas como la regla de los tres metros, que promueve la responsabilidad y el empoderamiento personal. Al adoptar estas estrategias y enfoques, los empleados pueden mejorar su experiencia laboral y contribuir a un ambiente de trabajo más positivo y satisfactorio.
Fuente: TRENDENCIAS
Foto: Tribuna Abierta