Un fallo histórico

El 25 de febrero de 2025, la Corte Suprema de Estados Unidos tomó una decisión trascendental al anular la condena por asesinato de Richard Glossip, un hombre que ha pasado 27 años en el corredor de la muerte en Oklahoma. El fallo, con una votación de 5-3, se basa en errores procesales que violaron los derechos constitucionales de Glossip, abriendo la puerta a un nuevo juicio.

Errores procesales y derechos violados

El tribunal, liderado por la jueza Sonia Sotomayor, argumentó que los fiscales habían incumplido su obligación de corregir el testimonio falso de un testigo clave. Este testimonio, que fue fundamental para la condena de Glossip, provenía de Justin Sneed, quien confesó haber asesinado a Barry Van Treese, el jefe de Glossip. Sin embargo, Sneed se retractó de su declaración inicial y se descubrió que había mentido sobre su historial médico, lo que afectó seriamente su credibilidad.

Sotomayor destacó que la falta de corrección por parte de la fiscalía representaba una violación del derecho al debido proceso garantizado por la Enmienda 14 de la Constitución. “Concluimos que la fiscalía violó su obligación constitucional de corregir un testimonio falso”, expresó Sotomayor.

La lucha de Glossip por su inocencia

Desde su arresto en 1997, Glossip ha mantenido su inocencia. A lo largo de los años, ha enfrentado múltiples apelaciones y nueve fechas de ejecución, e incluso ha consumido su “última cena” en tres ocasiones. Su caso ha sido emblemático en el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos.

La condena de Glossip se basó casi exclusivamente en el testimonio de Sneed, quien evitó la pena de muerte al aceptar un acuerdo de culpabilidad. La falta de transparencia sobre la condición mental de Sneed y su tratamiento psiquiátrico no fue revelada al jurado, lo que, según Sotomayor, habría comprometido su credibilidad.

Apoyo inesperado del fiscal general

El caso de Glossip recibió un impulso inesperado cuando el fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, expresó su preocupación sobre la validez de la condena. A pesar de ser un defensor de la pena de muerte, Drummond revisó los registros del juicio y concluyó que este estuvo plagado de irregularidades. “El caso no debería depender de ideologías o políticas, sino del estado de derecho”, declaró Drummond.

Reacciones y el futuro del caso

La decisión de la Corte Suprema fue controversial. Los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito y Amy Coney Barrett votaron en contra de la anulación, argumentando que el tribunal no tenía autoridad para interferir en las decisiones de los tribunales estatales de Oklahoma.

Familiares de la víctima expresaron su decepción, confiando en que un nuevo juicio reafirmará la culpabilidad de Glossip. Mientras tanto, la fiscal del condado de Oklahoma, Vicki Behenna, indicó que Glossip no sería elegible para la pena de muerte en un nuevo juicio.

El abogado de Glossip, Don Knight, celebró el fallo como una victoria para la justicia, afirmando que es fundamental que los fiscales no oculten pruebas críticas ni permitan que los testigos mientan al jurado.

El caso de Richard Glossip no solo resalta las fallas en el sistema judicial, sino que también plantea preguntas sobre la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos. Con un nuevo juicio a la vista, Glossip tendrá una nueva oportunidad de defender su inocencia después de casi tres décadas en el corredor de la muerte.

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