En este episodio, Tía Francis nos lleva al altillo de la casa de Margarita, una amiga boliviana llena de alegría y simpatía. A través de su relato, nos cuenta cómo, sin importar las dificultades que enfrentaba, Margarita siempre lograba irradiar una sonrisa y una energía especial que tocaba a todos los que la rodeaban.

En este episodio, Tía Francis nos relata la encantadora historia de Cielito, una mujer cuyo talento para la repostería se convirtió en un vehículo de inspiración y esperanza. Cada domingo, Cielito llevaba a la iglesia sus deliciosas galletas de vainilla, pero lo que hacía que estas galletas fueran verdaderamente especiales eran los mensajes inspiradores y los versículos bíblicos que escondía en su interior. A través de su dulce obra, muchos de sus amigos y seres queridos descubrieron verdades y consejos antes de que sucedieran.

El relato que nos cuenta hoy la Tía Francis tiene que ver con el destino. Cuando algo está escrito en el destino, no importa el tiempo ni el lugar; tarde o temprano ocurre.

El relato que nos cuenta hoy la Tía Francis tiene que ver con el destino. Cuando algo está escrito en el destino, no importa el tiempo ni el lugar; tarde o temprano ocurre.

Tía Francis nos cuenta la fascinante historia de Carmen, una mujer de Bolivia con un don especial: la capacidad de predecir la muerte. Para Carmen, la muerte no es un final, sino una compañera en la vida.