En una entrevista exclusiva con CBS News, Jason Owens, jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, describió la situación en la frontera sur como una «amenaza a la seguridad nacional». Expresó su preocupación por los más de 140.000 migrantes que han logrado evadir la detención y han ingresado clandestinamente al país en los últimos cinco meses.

Owens reveló que la Patrulla Fronteriza está aproximándose a un millón de detenciones de migrantes entre los puertos de entrada a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en el año fiscal 2024. Además, advirtió que, por tercer año consecutivo, la agencia está en camino de registrar dos millones de detenciones para finales del año fiscal.

El jefe de la Patrulla Fronteriza subrayó la preocupación por los «140.000 escapes conocidos», refiriéndose a los inmigrantes que cruzan ilegalmente pero no son detenidos. Esta situación plantea interrogantes sobre sus intenciones y representa una amenaza para la seguridad nacional y las comunidades locales, según Owens.

Aunque reconoce que la gran mayoría de los migrantes son personas honestas, Owens enfatizó la importancia de que ingresen al país de manera legal. Sin embargo, señaló que muchos de ellos huyen de la pobreza o la violencia en sus países de origen en busca de una vida mejor.

A pesar de que solo una pequeña fracción de los migrantes detenidos tiene antecedentes penales, Owens resaltó la preocupación compartida por altos funcionarios, incluido el director del FBI, Christopher Wray, sobre la posibilidad de que actores criminales, incluidos terroristas potenciales, se aprovechen de la situación en la frontera sur.

El jefe de la Patrulla Fronteriza atribuyó el flujo migratorio sin precedentes principalmente a la actividad de los cárteles, quienes, según él, están dictando las reglas en la frontera. Owens abogó por políticas de inmigración más estrictas, incluyendo penas de cárcel y expulsiones del país para reducir la migración ilegal.