04/09/24 – 18:05 P.M
Un reciente estudio ha revelado un posible nuevo indicador de deterioro cognitivo que podría preceder a la demencia. Con más de 55 millones de personas afectadas por demencia a nivel mundial, los científicos están descubriendo que el bienestar mental podría desempeñar un papel crucial en la reducción del riesgo. La investigación, publicada el martes en el Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, destaca que una sensación de falta de propósito en la vida y estancamiento personal podrían tener consecuencias más graves que simplemente días de insatisfacción, sirviendo como un signo temprano de deterioro cognitivo.
El estudio, que se centra en el deterioro cognitivo leve —un estado donde se observa una pérdida temprana de memoria u otras capacidades cognitivas, pero donde la persona aún puede realizar la mayoría de las actividades diarias de manera independiente— utilizó datos de 910 adultos mayores cognitivamente sanos del Proyecto de Memoria y Envejecimiento Rush (MAP). Este estudio en curso, iniciado en 1997 en Illinois, ha seguido a los participantes, en su mayoría mujeres y caucásicos, con evaluaciones anuales desde 2008 durante hasta catorce años.
La investigación sugiere que el bienestar psicológico, especialmente el sentido de propósito y el crecimiento personal, puede ser un predictor importante de futuros deterioros cognitivos. Según la Dra. Angelina Sutin, profesora de ciencias del comportamiento y medicina social en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida, el estudio demuestra claramente cómo los cambios en el bienestar psicológico pueden ocurrir en las primeras etapas del deterioro cognitivo.
Dado que la demencia es una de las principales causas de muerte y se espera que su prevalencia se triplique para 2050, los autores del estudio creen que el largo periodo entre el inicio biológico de la enfermedad y la aparición de síntomas ofrece una oportunidad crucial para implementar intervenciones preventivas. El Dr. Glen R. Finney, director del Programa de Memoria y Cognición de Geisinger en Pennsylvania, enfatiza la importancia del bienestar, tanto como una forma de prevenir la demencia como una posible señal temprana de su desarrollo.
El estudio también sugiere que podría existir un ciclo en el que las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, comienzan años antes de que se presenten los síntomas visibles, afectando la función de las redes cerebrales responsables del bienestar y la iniciativa, lo que lleva a la apatía o falta de impulso. Los autores indican que un bienestar positivo está asociado con niveles más bajos de citoquinas inflamatorias y un menor riesgo cardiovascular, lo que podría reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Además, el Dr. Finney recomienda participar en actividades significativas y mantener una vida social activa como medidas cruciales para preservar la salud cerebral.
En resumen, enriquecer la vida mediante la búsqueda de propósito y crecimiento personal, mantener relaciones sociales saludables y continuar aprendiendo pueden ser estrategias efectivas para proteger el bienestar general y la salud cognitiva. Si es difícil mantener la actividad social o mental, se aconseja consultar a un médico, ya que podría ser un signo de una enfermedad neurodegenerativa en desarrollo.
Fuente: Juan Manuel Godoy en Infobae
Foto: Tribuna Abierta