El Guiso Carretero tiene sus raíces en la época en la que el transporte de alimentos se realizaba en carretas, recorriendo largas distancias por caminos polvorientos y agrestes. Los conductores, conocidos como carreteros, llevaban consigo una olla de hierro fundido, un utensilio esencial que les permitía preparar alimentos durante sus largos viajes.
En sus travesías, los carreteros se enfrentaban a condiciones adversas y a menudo tenían que arreglárselas con los ingredientes disponibles en su camino. Estos podían ser los productos que conseguían de los poblados que atravesaban o aquellos alimentos no perecederos que llevaban consigo para el viaje.
Así nació el Guiso Carretero (Paraguay) o Guiso Carrero (Argentina), un plato rústico y reconfortante que se cocinaba en la olla de hierro sobre las fogatas de campamento.
La receta variaba según la disponibilidad de ingredientes, pero la esencia siempre era la misma: incorporar los vegetales y carnes disponibles para lograr un plato nutritivo y sabroso que proporcionara energía y sustento durante el viaje.