El senador republicano Lindsey Graham declaró que es evidente para todos que el expresidente Donald Trump sobrevivió a un intento de asesinato, exigiendo una corrección del testimonio del director del FBI, Christopher Wray.

En una carta dirigida a Wray, Graham pidió una rectificación inmediata de su declaración en la que expresó dudas sobre si Trump fue alcanzado por una bala, un trozo de vidrio o metralla durante un mitin en Pensilvania el 13 de julio.

Wray testificó que no estaba seguro de la naturaleza del objeto que golpeó a Trump, lo que Graham considera incorrecto, ya que Trump sufrió una herida de bala en la oreja.

Graham enfatizó que no debería haber controversia sobre este hecho, dado que múltiples reuniones informativas han confirmado el intento de asesinato, y urgió a Wray a corregir su declaración para evitar socavar la credibilidad del FBI.

Durante una audiencia del Congreso, Wray mencionó que había dudas sobre el objeto que impactó a Trump, lo que provocó una fuerte reacción del expresidente en su red social, insistiendo en que fue una bala.

Trump criticó a Wray por no verificar correctamente los hechos, afirmando que el hospital confirmó que fue una herida de bala, y lamentó que el FBI haya perdido la confianza del público.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también cuestionó el testimonio de Wray, señalando que múltiples fuentes han confirmado que fue una bala la que atravesó la oreja de Trump.

Trump fue impactado en la oreja derecha durante el mitin y rápidamente fue evacuado por agentes del Servicio Secreto. El tirador, Thomas Matthew Crooks, fue abatido, y otras personas resultaron heridas, incluyendo a un bombero que falleció protegiendo a su familia.