Seguir albergando a decenas de miles de migrantes en refugios de la ciudad, sin que se vislumbre un final, “no es sostenible”, dijo el martes un funcionario de la administración del alcalde Eric Adams.

“Los 64.000 no pueden ser nuestra cifra de referencia”, dijo la vicealcaldesa Anne Williams-Isom a un periodista durante una reunión informativa en el Ayuntamiento. “No es ese el nivel al que queremos llegar”.

La admisión se produjo después de que The Post informara el lunes que el número de inmigrantes en refugios financiados por la ciudad se ha mantenido estancado en aproximadamente 65.000 durante los últimos meses.
Hasta el martes pasado, había alrededor de 65.300 migrantes alojados en los refugios, una cifra que se estancó en marzo, según cifras del Ayuntamiento.

Esto ocurrió después de dos meses de constantes descensos en la población de los refugios que coincidieron con una importante caída en el número de migrantes que llegaban a la Gran Manzana cada semana.

La población de los albergues para migrantes alcanzó un máximo de 69.500 personas en enero, cuando llegaban a la ciudad unos 4.000 migrantes por semana. Recientemente han llegado unos 1.100 cada semana.

Tan solo la semana pasada, unos 900 migrantes llegaron a la ciudad, la primera vez que esa cifra estuvo por debajo de los 1.000 desde octubre de 2022, dijo la administración.

La administración de Adams ha mantenido sus controvertidos límites de tiempo para las estadías en refugios como un impulsor principal para reducir la carga sobre el abrumado sistema de refugios de la ciudad.
Williams-Isom, durante la conferencia de prensa semanal fuera de tema del alcalde, admitió que los límites de 60 días no han demostrado ser tan efectivos para las familias, que constituyen la mayoría de los migrantes alojados en refugios de la ciudad.

“No hay una solución mágica aquí, pero en muchos lugares donde la gente tiene una gran mayoría de familias con niños, la forma en que pudieron sacarlos del refugio no fue necesariamente a través de límites de tiempo, sino mediante la reubicación de las personas y el trabajo con otras jurisdicciones para asegurarse de que la gente se estableciera”, dijo, citando los hallazgos de una conferencia internacional sobre el tema a la que asistió recientemente en París.

“En eso es en lo que vamos a tener que centrarnos”, continuó Williams-Isom. “64.000 no pueden ser nuestra base. Eso no es sostenible. Tenemos que encontrar las herramientas y seguir siendo innovadores para poder sacar a la gente de los refugios”.

Camille Joseph Varlack, jefe de personal de Adams, agregó: “A eso me gustaría agregar que donde hemos visto que el reasentamiento ha sido, por supuesto, extremadamente exitoso es donde las personas tienen autorización de trabajo, por lo que continuaremos abogando por eso también”.

Los funcionarios de la administración dijeron el mes pasado que sólo alrededor de 2.000 migrantes han sido conectados con un trabajo como parte de un esfuerzo continuo para ayudar a encontrar trabajo para los solicitantes de asilo.

Fuente: Craig McCarthy en New York Post