19/11/24 – 18:00 P.M
Un decálogo por la sostenibilidad
Florencia ha presentado un plan de 10 puntos liderado por la alcaldesa Sara Funaro para combatir el turismo masivo y garantizar la habitabilidad de su casco histórico. Entre las medidas destacan la prohibición del uso de altavoces por los guías turísticos y la instalación de cajas metálicas para llaves en edificios protegidos. Estas acciones buscan preservar la identidad y el equilibrio entre turismo y vida local en la ciudad toscana.
Cajas para llaves: símbolo del sobreturismo
Las cajas para llaves, populares entre anfitriones de Airbnb, han proliferado en las fachadas históricas de Florencia, siendo vistas como un símbolo de la masificación turística. Ahora, su uso queda restringido en el área protegida por la UNESCO. Esta medida tiene fines estéticos y busca revalorar el contacto directo entre anfitriones y visitantes. Vecinos ya habían tomado acciones al cubrirlas con cintas adhesivas como protesta simbólica.
Adiós a altavoces y vehículos atípicos
Otra medida clave es la prohibición del uso de altavoces por parte de los guías turísticos, que interferían con la tranquilidad de los residentes. También se regularán los vehículos atípicos, como carros de golf, utilizados por visitantes en la ciudad. Estas iniciativas refuerzan el compromiso del gobierno local con un turismo más respetuoso.
Control del turismo y vivienda
El plan incluye límites a los alquileres turísticos, campañas de sensibilización y mayor regulación del flujo turístico. Florencia ya había tomado medidas drásticas en el pasado, como vetar nuevos alquileres vacacionales en su centro histórico, aunque enfrenta desafíos legales. Entre 2016 y 2022, el número de apartamentos en Airbnb se duplicó, contribuyendo al encarecimiento de los alquileres residenciales.
Una crisis de saturación turística
Florencia recibió más de 7,8 millones de turistas entre enero y septiembre de 2024, mientras su población local es de 366.500 personas. El centro histórico concentra el 95% de la actividad turística en un área de solo 5 km². Este desbalance pone en riesgo la habitabilidad y el patrimonio cultural de la ciudad.
Ejemplos globales en la lucha contra el sobreturismo
Florencia no está sola en este desafío. Ciudades como Ámsterdam, Seúl, Bali y Nueva Zelanda han implementado medidas similares, como restricciones, tasas o campañas de concienciación. En Italia, Venecia también ha tomado pasos para limitar la afluencia turística, destacando la importancia de preservar el equilibrio en los destinos más visitados del mundo.
Fuente: Xataka
Foto: Tribuna Abierta