El reciente ataque iraní hacia Israel fue neutralizado gracias a la colaboración militar y de inteligencia entre Israel y varios países árabes, bajo el liderazgo de Estados Unidos. Esta operación, que resultó en el derribo del 99% de los drones y misiles lanzados por Irán, demostró el éxito de los Acuerdos de Abraham y el papel central de Arabia Saudita en la región.
Los esfuerzos para fortalecer la defensa aérea en la región se intensificaron después de los Acuerdos de Abraham de 2020, que establecieron relaciones diplomáticas formales entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Esta iniciativa permitió que Israel se uniera al Comando Central (CENTCOM) de Estados Unidos, facilitando una mayor cooperación militar y de inteligencia con los países árabes.
La colaboración entre Israel y sus aliados árabes fue crucial para repeler el ataque iraní. Países como Arabia Saudita, a pesar de no mantener relaciones diplomáticas oficiales con Israel, proporcionaron inteligencia sobre los planes de Irán y permitieron el uso de su espacio aéreo por aviones de combate estadounidenses y de otros países. Jordania también ofreció su espacio aéreo y utilizó sus propias fuerzas para interceptar misiles y drones iraníes.
Antes del ataque, los funcionarios iraníes informaron a Arabia Saudita y otros países del Golfo sobre sus planes, lo que permitió una respuesta coordinada. Estados Unidos lideró la coordinación de medidas defensivas entre Israel y los países árabes, reubicando recursos de defensa antimisiles en la región y rastreando los drones y misiles iraníes desde su lanzamiento hasta su derribo.
Esta acción conjunta demostró la efectividad de la cooperación entre Israel y sus vecinos árabes, así como el compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional. Además, expuso el aislamiento de Irán en Medio Oriente y destacó la importancia de la diplomacia y la colaboración multilateral en la región.
Fuente: Infobae
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