El mundo de los eventos reales puede ser complicado, especialmente cuando se trata de los exmiembros de la familia real británica. Scott Moore, el recientemente nombrado director ejecutivo de Invictus Games Vancouver Whistler 2025, ha compartido una reveladora anécdota sobre cómo se le instruyó para dirigirse a Meghan Markle antes de su primera reunión.

Antes de la llegada de los duques de Sussex a Canadá en febrero, Moore decidió no dejar nada al azar. Se aseguró de consultar sobre la manera correcta de dirigirse a Meghan y Harry. En sus propias palabras, explicó que le dijeron que un sencillo “señora” sería suficiente para Meghan, mientras que Harry debía ser llamado “señor”. Un enfoque que se aparta de los protocolos tradicionales que suelen rodear a la realeza.

Este cambio de etiqueta indica que, aunque Meghan y Harry han renunciado a sus títulos de “Su Alteza Real”, conservan su estatus como duque y duquesa de Sussex. Moore reflexionó sobre cómo estas directrices revelan una nueva dinámica en la interacción con los exroyales.

La elección de los Sussex de mantener un trato más informal contrasta marcadamente con la postura del príncipe en 2020, cuando, durante un evento en Edimburgo, abogó por ser llamado simplemente «Harry». En esa ocasión, Harry hizo un llamado a la audiencia para dejar de lado los formalismos, lo que demuestra su deseo de distanciarse del protocolo real.

La pareja, que abandonó su vida real en 2020 para comenzar una nueva aventura en Estados Unidos, continúa adaptándose a su nuevo estilo de vida. Durante su viaje a Vancouver, celebraron el Día de San Valentín esquiando y se unieron a los miembros del campamento de entrenamiento de invierno como parte de los preparativos para el evento «One Year to Go».

Los Juegos Invictus de 2025 prometen ser un espectáculo emocionante, programados del 8 al 16 de febrero, 18 meses después del éxito del evento en Alemania en 2023. En el anterior campeonato, Markle sugirió que sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, podrían asistir al evento, lo que añadiría un toque familiar a la competición.

El campamento de tres días en Vancouver no solo fue una oportunidad para practicar deportes de invierno, sino que también simboliza el espíritu de unidad y camaradería que caracterizan a los Juegos Invictus. Con su visión renovada y un enfoque más personal, Moore y su equipo están listos para llevar este evento a nuevas alturas.