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Curiosidades Inesperadas Sobre la Vida en la Casa Blanca

07/08/24 – 19:15 P.M

Vivir en la Casa Blanca: un sueño con sorpresas
Vivir en la Casa Blanca puede parecer una de las ventajas más deseadas de ser presidente. Con un equipo de apoyo siempre disponible, cenas exquisitas a diario y la comodidad de trabajar desde casa, todo parece perfecto. No obstante, la realidad es más peculiar de lo que se imagina. Desde la necesidad de pagar por las propias comidas hasta la imposibilidad de abrir una ventana, los expresidentes han revelado que hay muchos aspectos inusuales en residir en la Casa Blanca.

Responsabilidad de los presidentes: recoger los desechos de sus mascotas El expresidente Obama hizo noticia cuando comentó a un grupo de niños de segundo grado sobre su experiencia en la Casa Blanca. A los pequeños les sorprendió saber que él mismo recogía los excrementos de su perro Bo durante sus paseos nocturnos. A pesar del asco inicial de los niños, Obama explicó que es parte de tener una mascota. Más tarde, en entrevistas, recordó estas caminatas con Bo, a menudo reflexionando sobre la responsabilidad de limpiar tras la primera mascota.

Ventanas cerradas por seguridad
Aunque abrir una ventana para disfrutar de una brisa fresca es común en la mayoría de las casas, esto no es posible en la Casa Blanca. Debido a razones de seguridad, las ventanas deben permanecer cerradas para evitar que se pueda observar el interior de la residencia presidencial. Michelle Obama expresó su deseo de poder abrir una ventana cuando se mudaron, un deseo compartido por otros que han vivido allí.

El baile de graduación en la Casa Blanca
Para los hijos de presidentes, celebrar un baile de graduación en la Casa Blanca es una posibilidad. La única vez que esto ocurrió fue en 1975, cuando la hija de Gerald Ford celebró su graduación en la residencia presidencial. Su clase organizó eventos y ventas para financiar el evento. Aunque probablemente fue una de las fiestas de graduación más memorables, también pudo haber sido una de las más aburridas para quienes asistieron.

La Casa Blanca: ¿un lugar embrujado?
Jenna Bush, hija del expresidente George W. Bush, hizo titulares al afirmar que la Casa Blanca está embrujada. Diversos ocupantes anteriores han reportado experiencias inquietantes en la residencia, como Harry S. Truman y Winston Churchill. Jenna relató haber escuchado música de ópera proveniente de la chimenea y sonidos de piano antiguos, sumando a la leyenda de los fantasmas en la Casa Blanca.

Un único mueble original sobrevivió
Durante la Guerra de 1812, los británicos incendiaron la Casa Blanca, destruyendo la mayoría de los muebles originales. Sin embargo, Dolly Madison, la esposa del presidente James Madison, salvó un retrato de George Washington, el único mueble que se pudo salvar. Este retrato aún cuelga junto al de Washington como conmemoración de su heroísmo.

Manchas de mascotas persistentes
Las mascotas de presidentes han dejado huella en la Casa Blanca. Se ha informado que cuando los Obama se mudaron, encontraron manchas de orina del gato de los Bush en la alfombra. Esto sugiere que algunas marcas pueden persistir debido a la ocupada agenda del personal, revelando que la Casa Blanca puede tener algunos aspectos similares a una casa común.

Posible centro de mando secreto
En 2010, la Casa Blanca inició la construcción de una estructura secreta, generando especulaciones sobre un posible centro de comando. Aunque se alegó que solo se estaban reemplazando tuberías viejas, los teóricos de la conspiración especularon que se trataba de un proyecto más misterioso, basado en el uso de vigas pesadas y hormigón.

Plagas en la Casa Blanca
A pesar de su estatus, la Casa Blanca no está exenta de plagas. En 2017, se solicitó un exterminador debido a la presencia de ratones y cucarachas en varias áreas, como el comedor de la Marina y el ala oeste. Esto demuestra que incluso la residencia presidencial no está libre de problemas de infestación.

Costos de comida en la Casa Blanca
Aunque algunas comidas son gratuitas, los presidentes deben pagar por las comidas personales y otros gastos, como pasta de dientes y tintorería. Nancy Reagan se sorprendió al recibir una factura por estos costos. Sin embargo, los gastos oficiales están cubiertos por los contribuyentes.

Hacer la cama en la Casa Blanca
A pesar de la asistencia de personal, el expresidente Obama y Michelle Obama decidieron que sus hijas debían hacer sus propias camas. Michelle creía que era importante para ellas desarrollar responsabilidad. Esta decisión muestra cómo las normas de crianza pueden persistir incluso en la Casa Blanca.

Primeros hijos aventureros
A pesar de la seguridad estricta, varios hijos de presidentes han encontrado formas de escabullirse al tejado de la Casa Blanca para disfrutar de su tiempo libre. Steve Ford y Jenna Bush Hager compartieron sus experiencias de pasar tiempo en el tejado, lo que muestra el espíritu aventurero de los jóvenes en la residencia presidencial.

Problemas tecnológicos en la Casa Blanca
A pesar de la importancia del acceso a tecnología avanzada, los Obama descubrieron que la Casa Blanca tenía puntos muertos de conexión wifi. Aunque se mejoró el servicio después de la entrevista, no está claro si toda la casa cuenta con una cobertura wifi óptima.

Un dentista en el sótano
La Casa Blanca cuenta con un consultorio dental en su sótano, junto con otras instalaciones como una carpintería y una floristería. Aunque puede parecer inusual, tener un dentista en la residencia es una medida práctica para atender las necesidades dentales de la primera familia.

Desafíos en las entradas y salidas
La seguridad en la Casa Blanca es tan rigurosa que no hay entradas o salidas privadas para el presidente y su familia. Esto puede resultar incómodo, especialmente considerando la cantidad de turistas y personal que deambula cerca de los dormitorios de la primera familia.

Café al estilo hipster
La Casa Blanca se unió a la moda hipster al comprar alrededor de 150 cafeteras de vertido. Estas cafeteras de vidrio, grabadas con el sello presidencial, demuestran el interés de la Casa Blanca en mantenerse al día con las tendencias del café.

Masajistas a disposición
El estrés presidencial es conocido, y algunos presidentes han tenido acceso a servicios de masaje en la Casa Blanca. El expresidente Lyndon B. Johnson, por ejemplo, a veces se quedaba dormido durante sus masajes, lo que requería que su acomodador permaneciera de guardia hasta la mañana.

Termostatos en disputa
En la Casa Blanca, los ajustes de temperatura pueden ser motivo de conflicto. El jefe de gabinete de Obama se quejaba del calor excesivo cuando el expresidente subía la temperatura, lo que demuestra que incluso en la residencia presidencial, las disputas sobre la temperatura son comunes.

Nombre reciente para la Casa Blanca
El nombre «Casa Blanca» no siempre ha sido el utilizado para la residencia presidencial. Fue Theodore Roosevelt quien lo popularizó en 1901. Antes de eso, se le conocía por nombres como «la mansión del presidente.»

Grabación de programas de televisión
Antes de la era de los DVR, el personal de la Casa Blanca grababa programas para los miembros de la primera familia. Lady Bird Johnson, por ejemplo, solía perder episodios de «Gunsmoke» y dependía del personal para grabarlos.

Cocina sin personal
Aunque la Casa Blanca cuenta con un chef personal, también dispone de una cocina sin personal cerca de la residencia de la primera familia. Hillary Clinton usaba esta cocina para preparar huevos revueltos para su hija, manteniendo un toque de normalidad en su vida cotidiana.

Vino nacional en la Casa Blanca
La Casa Blanca solo ofrece vinos nacionales, principalmente de California, Virginia e Idaho. Aunque en el pasado se almacenaba vino francés, la política actual prefiere productos locales, aunque algunos presidentes aún traen su propio vino europeo.

George Washington nunca vivió allí
A pesar de ser el primer presidente, George Washington nunca vivió en la Casa Blanca. La residencia se completó después de su muerte, y el primer presidente en residir allí fue John Adams, quien se mudó antes de que la casa estuviera completamente terminada.

Acceso anticipado a películas
Las familias presidenciales disfrutan de acceso anticipado a películas. Mientras que a algunos presidentes les gustaban películas de «Austin Powers» o de James Bond, otros como Jimmy Carter eran conocidos por su amor por el cine, viendo «Midnight Cowboy» en primicia.

Mudanza eficiente
La mudanza a la Casa Blanca es sorprendentemente rápida, llevándose solo unas seis horas. Esto se debe al gran personal que facilita el proceso, permitiendo a los presidentes mudarse rápidamente y comenzar su mandato sin demoras.

Diversión en las barandillas
A pesar de la formalidad de la Casa Blanca, los niños han encontrado diversión en deslizarse por las barandillas. Michelle Obama se sorprendió al ver a sus hijas disfrutar de esta actividad, una tradición que ha existido desde la época de Theodore Roosevelt.

Almacenamiento de objetos históricos
La Casa Blanca cuenta con una instalación de almacenamiento para objetos de presidentes anteriores, incluyendo regalos de dignatarios y obras de arte

Fuente: Hometalk
Foto: Unsplash

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