La orden ejecutiva emitida recientemente por la Administración Biden, que suspende la entrada a Estados Unidos de inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera sur, ha aumentado las deportaciones y los vuelos de repatriación. Un memorándum enviado a los agentes fronterizos de San Diego revela las nacionalidades de los migrantes con más probabilidades de ser repatriados, destacando el impacto desproporcionado en los latinos.

La nueva política ha llevado a que el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. haya deportado a 750.000 migrantes en el año fiscal en curso, la cifra más alta desde 2010. Sin embargo, la falta de recursos económicos y logísticos, exacerbada por el boicot republicano a un proyecto de ley que preveía 14.000 millones de dólares en gasto migratorio, dificulta la gestión efectiva de la crisis fronteriza. El memorándum enviado a los agentes de San Diego instruye sobre la liberación o arresto de inmigrantes según su nacionalidad, con ciertas nacionalidades teniendo mayores probabilidades de deportación inmediata.

Nacionalidades con más probabilidad de deportación:
Migrantes de Cuba, Nicaragua, Haití, Venezuela, El Salvador, Honduras, Guatemala y México enfrentan deportación inmediata o retiro voluntario. Los vuelos de repatriación a Centroamérica son frecuentes, con el 60% de los 679 vuelos realizados entre enero y mayo de este año teniendo como destino Guatemala y Honduras. También se registraron vuelos a Colombia, Ecuador y Perú. Familias de migrantes de Colombia, Perú, México, El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana detenidas en la frontera pueden ser deportadas bajo el programa de deportación acelerada de familias.
Los migrantes liberados bajo el Programa Alternativo de Detención no están exentos de deportación, pero pueden permanecer en EE.UU. hasta su audiencia judicial. El decreto migratorio de Biden permite a los inmigrantes que expresen «un miedo razonable» de volver a sus países entrevistarse con un agente para suspender su repatriación, aunque no para solicitar asilo.

Nacionalidades más difíciles de deportar:
El memorándum también establece que los migrantes del hemisferio oriental deben ser liberados, excepto los adultos solos de Georgia, Moldavia, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán, quienes serán deportados. Estos migrantes son categorizados como «difíciles» de expulsar debido a la falta de convenios migratorios, relaciones diplomáticas, y los altos costos de los vuelos de repatriación. Solo se registraron 10 vuelos de deportación a África y uno a China entre enero y mayo de este año, a pesar de la detención de más de 13.000 inmigrantes chinos en la frontera sur.

Las medidas recientes de la Administración Biden reflejan una estrategia enfocada en la deportación de inmigrantes latinos, mientras que las dificultades logísticas y diplomáticas complican la expulsión de migrantes de otras regiones. Este enfoque ha provocado críticas y resaltado las disparidades en la gestión de la crisis migratoria en la frontera sur.