El senador Lindsey Graham ha anunciado que bloqueará el intento de los demócratas del Senado de aprobar por unanimidad un proyecto de ley de ética de la Corte Suprema. Esta acción impide que la legislación avance bajo una solicitud de consentimiento unánime, lo que destaca las divisiones partidistas y las dificultades para implementar reformas éticas en el más alto tribunal del país.

El proyecto de ley de ética de la Corte Suprema, promovido por el Comité Judicial liderado por los demócratas, tiene como objetivo abordar los aparentes fallos éticos de los jueces del tribunal. La legislación propuesta exigiría al tribunal adoptar y publicar un código de conducta dentro de 180 días y permitiría al público presentar quejas éticas, que serían revisadas por un panel de jueces de tribunales inferiores seleccionados al azar. También establecería nuevas reglas para la divulgación de obsequios y viajes, y requeriría que los jueces expliquen públicamente cualquier decisión de recusarse de los casos.

El impulso para esta legislación se ha intensificado tras revelaciones sobre viajes y obsequios no divulgados de jueces de la Corte Suprema, incluyendo al juez Clarence Thomas. Informes de ProPublica detallaron lujosos viajes y regalos de Thomas, lo que planteó serias dudas sobre la ética en el tribunal.
Sin embargo, la aprobación de la legislación enfrenta un obstáculo significativo en el Senado. Aunque el Comité Judicial avanzó el proyecto de ley en una votación partidista, se necesita una mayoría de 60 votos en el Senado para superar un obstruccionismo, y los demócratas solo cuentan con 51 miembros. Ningún republicano ha mostrado apoyo para el proyecto de ley, lo que hace improbable su avance bajo el proceso legislativo normal.
El senador Graham, como principal republicano en el Comité Judicial, ha expresado su oposición firme a la medida, lo que bloquea su avance bajo una solicitud de consentimiento unánime. «Me opondré», afirmó Graham, frustrando así el esfuerzo de los demócratas de aprobar la legislación de manera expedita.

La oposición del senador Lindsey Graham al proyecto de ley de ética de la Corte Suprema resalta la polarización partidista en el Congreso y la dificultad de implementar reformas éticas en la Corte Suprema. Mientras los demócratas buscan avanzar con la legislación para garantizar la transparencia y la responsabilidad, la falta de apoyo bipartidista y el bloqueo por parte de los republicanos sugieren que cualquier cambio significativo en las normas éticas del tribunal enfrentará un camino difícil.