18/10/24 – 15:00 P.M
El magnate y su historia de amor
Carlos Slim Helú, el hombre más rico de Latinoamérica, contrajo matrimonio con Soumaya Domit el 28 de abril de 1966 en una sencilla ceremonia religiosa en el Templo de San Agustín en Polanco, Ciudad de México. Aunque ya estaba inmerso en el mundo empresarial, optaron por una celebración discreta, marcada por la sobriedad y la sencillez.
La tragedia detrás de la modestia
La razón principal de la falta de una gran fiesta de bodas fue la muerte del padre de Soumaya, Antonio Domit, apenas un mes antes de la ceremonia. Esta pérdida familiar tuvo un impacto significativo en la pareja, que decidió limitar la celebración a una misa con amigos y familiares cercanos.
Unión de dos mundos influyentes
Soumaya provenía de una familia libanesa destacada, muy conocida en los círculos sociales de la Ciudad de México. La prensa de la época la describía como una mujer de gran belleza y distinción. Por su parte, Carlos Slim, a sus 25 años, era ya reconocido por su brillante carrera como matemático e ingeniero, además de ser un empresario prometedor.
Un matrimonio de más de 30 años
La unión entre Slim y Soumaya duró más de tres décadas, hasta el fallecimiento de ella en 1999 debido a problemas renales. Durante su matrimonio, tuvieron seis hijos, quienes en la actualidad ocupan puestos clave en las empresas del magnate, como Grupo Carso, América Móvil y Telmex.
El crecimiento del imperio Slim
A lo largo de los años, Carlos Slim ha acumulado una fortuna estimada en más de 100 mil millones de dólares, diversificando sus inversiones en múltiples sectores. Este crecimiento le permitió ser considerado el hombre más rico del mundo entre 2010 y 2013, según la revista Forbes.
Discreción en la vida personal
Aunque su vida empresarial ha sido ampliamente pública, Slim ha mantenido una actitud discreta respecto a su vida personal. La boda con Soumaya es solo un ejemplo de la simplicidad con la que ha manejado aspectos clave de su vida, alejándose de los extravagantes eventos sociales típicos de figuras de su calibre.
Soumaya Domit, su gran amor
A lo largo de los años, Carlos Slim ha hablado con admiración de Soumaya, a quien considera su pilar emocional y familiar. Después de su fallecimiento, el magnate creó la Fundación Carlos Slim y el Museo Soumaya en honor a su legado, demostrando que, aunque discreta, su relación fue fundamental en su vida.
Las raíces libanesas de Slim
Tanto Carlos Slim como Soumaya compartían un origen libanés que los unió desde jóvenes. Este trasfondo cultural ha sido una influencia importante en la vida de Slim, quien ha mantenido fuertes vínculos con la comunidad libanesa en México y a nivel internacional.
Éxito basado en valores familiares
El enfoque de Carlos Slim en los negocios siempre ha estado guiado por valores familiares. A menudo ha citado la enseñanza de su padre sobre la importancia de la educación financiera y el ahorro, principios que le ayudaron a construir su vasto imperio empresarial.
Legado familiar
Hoy en día, sus hijos continúan el legado familiar, ocupando posiciones clave en el vasto conglomerado de empresas que Slim ha construido. A través de sus negocios y su filantropía, el magnate mexicano ha dejado una huella indeleble no solo en el mundo empresarial, sino también en la sociedad mexicana y global.
Fuente: Infobae
Foto: Tribuna Abierta