Tribuna Abierta

Los primeros septillizos supervivientes del mundo: El milagro de un tratamiento de fertilidad

05/08/24 – 12:05 A.M

¿Es muy emocionante tener un bebé?
Me imagino que es muy emocionante. Pero, ¿te imaginas tener más de uno a la vez? No estoy hablando de tener gemelos, ni siquiera de tener trillizos. Hablo de tener 7 bebés a la vez. Parece imposible, pero puede ocurrir. Sin embargo, las probabilidades de que estos bebés sobrevivan son bastante bajas. Hoy en día disponemos de tratamientos de fertilidad que ayudan a las mujeres a quedarse embarazadas, pero ¿cómo de embarazadas?

Conoce a los padres
Bobbi y Kenny McCaughey fueron padres por primera vez en 1996. Su hija fue una bendición para ellos, ya que Bobbi nació con un mal funcionamiento de la glándula pituitaria, que causa problemas de fertilidad. Llamaron a la niña Mikayla Marie y empezaron a hablar de intentar tener otro hijo.

Tratamiento de fertilidad
Tras las dificultades a las que se enfrentó la pareja al intentar concebir a Mikayla Marie, decidieron que lo mejor sería buscar un tratamiento de fertilidad. Les recomendaron Metrodin, que ayuda a estimular la ovulación, lo que a su vez ayuda a la mujer a quedarse embarazada. Las cosas empezaban a ir bien, y los dos esperaban que un segundo hijo estuviera en camino.

Uno no es suficiente
Parecía una revisión normal para Bobbi en el médico, hasta que llegaron los resultados del escáner. ¡Tenía SIETE! No tenía un embrión creciendo en su interior, ni tampoco dos o tres. Era una noticia muy sobrecogedora, pero también entrañaba cierto peligro para Bobbi.

Reducción selectiva
Aunque el tratamiento de fertilidad ayuda a una mujer a quedarse embarazada, también puede causar complicaciones, como en el caso de los McCaughey. Los médicos explicaron el riesgo de un embarazo así y fueron más allá diciendo a la pareja que debían plantearse la “reducción selectiva”. El proceso protege a los embriones con más probabilidades de sobrevivir y desecha a los que probablemente no lo harán.

Asumir el riesgo
Decidieron que les resultaría demasiado difícil correr el riesgo de perder a alguno de sus posibles bebés. Aunque Bobbi y Kenny ya tenían un hijo y comprendían los riesgos que conllevaba continuar con el embarazo, decidieron seguir adelante.

Mucha atención
Cuando los McCaughey decidieron que querían correr el riesgo y mantener a todos los bebés dentro de la barriga de Bobbi, su historia empezó a difundirse. El público y los medios de comunicación estaban interesados en conocer la pequeña familia, su elección del tratamiento de fertilidad y su valiente decisión de quedarse con los siete bebés. Aunque no todo el público apoyaba su decisión, la pareja creía que todo saldría bien.

Manos que ayudan
Al difundirse la noticia de que iban a tener siete hijos, muchas personas y organizaciones acudieron en masa para ayudar a la familia. Kraft donó macarrones con queso para un año, otros donaron pañales, ofrecieron servicios de niñera e incluso, lo creas o no, ¡una casa de 500 metros cuadrados! La pareja no podía creer la generosidad de la gente que les rodeaba.

Otro regalo
Justo cuando la pareja pensaba que todas las donaciones habían terminado, se llevaron una gran sorpresa cuando recibieron ¡una furgoneta! Y a los pocos días les comunicaron que recibirían víveres para todo un año. No podían creer lo bendecidos que estaban, ¡y eso que sus bebés aún no habían nacido!

Corriendo con nervios
Como puedes comprender, el periodo previo al parto fue muy estresante. A pesar de lo emocionados que estaban Bobbi y Kenny, también había algo en sus mentes que les hacía preocuparse por lo que pudiera salir mal. Contar los días que faltaban para el nacimiento de los bebés era a la vez desalentador y emocionante.

Pájaros madrugadores
Bobbi y Kenny se sorprendieron cuando tuvieron que ir al hospital 9 semanas antes para el parto por cesárea. El 19 de noviembre de 1997, los 7 bebés nacieron con 6 minutos de diferencia. Su familia acababa de aumentar a 10 personas!

Conoce a los bebés Los bebés eran cuatro niños y tres niñas. La siguiente parte difícil era poner nombre a todas las nuevas monadas. ¿Puedes recordarlo? Pero no era una tarea para la que no se hubieran preparado, y los nombres fueron los siguientes: Kenny (Kenneth) Robert, que era el bebé más pesado, Alexis May, Natalie Sue, Kelsey Ann, que era el bebé más ligero, Nathan Roy, Brandon James y Joel Steven.

Tubos de alimentación
Al principio, dos de los bebés necesitaban comer a través de una sonda. Natalie padecía un fuerte reflujo ácido y tenía fuertes dolores cuando comía.

El personal de partos
Dar a luz a todos los bebés no fue tarea fácil. También fue la primera vez para cada uno de los muchos miembros del personal que acudieron al hospital para ayudar. Estaban haciendo historia en Estados Unidos. Dos días después de que los bebés vinieran al mundo, todos los miembros del personal que ayudaron ese día se reunieron para hacerse una foto.

De acampada
Como Bobbi se puso de parto antes de tiempo, a los equipos de noticias que esperaban para cubrir su historia les pilló desprevenidos. Acudieron en masa al Centro Hospitalario Metodista de Iowa, en Des Moines, para obtener la primera cobertura de los septillizos. Por desgracia para ellos, tardarían un poco más de lo que pensaban en conseguir un reportaje.

Salir del hospital
Tuvieron que pasar tres meses y diez días para que todos los bebés estuvieran lo bastante sanos para irse a casa. Todo el mundo quería ver a los bebés. Fue un día lleno de sonrisas y lágrimas cuando Bobbi y Kenny metieron a sus bebés en la furgoneta para volver a casa. Cámaras y periodistas les rodearon mientras salían del hospital.

Más seguridad
En vísperas del regreso de la familia y de la llegada de los bebés a casa, hubo que tomar medidas de seguridad para garantizar que estuvieran a salvo. La policía se apostó en el exterior de su casa para asegurarse de que podrían entrar en ella sin problemas. Pero no tardarían mucho en mudarse a su nueva casa.

Conseguir la casa
Cuando todo estuvo listo, se celebró una ceremonia para que la nueva familia de 10 miembros recibiera su nueva casa de 511 m². El presidente de Clarke Companies, Lloyd Clarke, entregó las llaves de su nuevo hogar a Kenny en el garaje de la casa. Todos juntos compartieron la emoción. Al principio Bobbi y Kenny pensaron que los periodistas eran los únicos que querían conocerles y escuchar su historia, pero entonces su historia explotó.

Las rosas vienen con espinas
Aunque muchas fuentes de noticias quisieron cubrir sus historias, recibieron algunas respuestas negativas. Algunos acusaron a la pareja de tener “demasiados hijos” y de que podría “perjudicar al medio ambiente”. Pero ninguno de los comentarios negativos les quitaría ni podría quitarles la euforia que estaban experimentando.

Tomarse un descanso
Cuando se calmó el revuelo que envolvió a la familia, los McCaughey decidieron mantener su vida privada en la mayor medida posible. La única vez que aparecían en público era cada año, con motivo del cumpleaños de los bebés. Su decisión contó con la ayuda de las quintillizas Dionne, que les advirtieron de que no debían exponerse demasiado al público.

Los quintillizos
Los quintillizos Dionne nacieron en Ontario (Canadá) en 1934, hijos de Elzire Dionne. Se criaron en un ambiente desagradable, siendo utilizadas como atracción “circense” para los turistas.

Carga tras carga
Estar fuera del ojo público no significaba que tuvieran tiempo sólo para ellos. Con tantos niños nuevos en casa, había montones de cosas que hacer… montones de ropa. De media, la pareja tenía que lavar unas 17 coladas a la semana. No sólo eso, sino que tenían que comprar dos de cada cosa, desde lavadoras hasta secadoras.

Bebés a granel
En un solo día, los bebés quemaban (o hacían caca, más bien) ¡alrededor de 52 pañales! Pero eso no es todo. ¡Los bebés también consumían unos 42 biberones al día! Esto iba a convertirse en una operación costosa, así que los McCaughey se dieron cuenta de que necesitaban un plan.

Extracción de leche
Como media semanal, la familia consumía entre 4 y 5 galones de leche a la semana. Desde que nacieron los bebés, Bobbi se extrajo leche materna para todos ellos hasta que cumplieron 3 meses.

megazinos

La historia de los McCaughey es un testimonio del poder de la esperanza, la fe y la comunidad. Contra todas las probabilidades, Bobbi y Kenny McCaughey decidieron seguir adelante con un embarazo de septillizos, enfrentándose a desafíos médicos y sociales enormes. Gracias al apoyo de familiares, amigos y la comunidad en general, pudieron recibir la ayuda necesaria para criar a sus hijos. La llegada de los septillizos no solo transformó la vida de la familia McCaughey, sino que también inspiró a muchos en todo el mundo, mostrando que, con amor y colaboración, incluso las situaciones más difíciles pueden superarse.

Fuente: Megazinos
Foto: Tribuna Abierta

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