
Riesgo de escalada nuclear: ¿Qué implica un ataque ruso contra estadounidenses en Ucrania?
21/11/24 – 18:10 P.M
La creciente amenaza de Rusia
El conflicto en Ucrania entra en una nueva fase de alta tensión. Rusia, bajo la dirección de Vladímir Putin, ha firmado un decreto que amplía las circunstancias para el uso de armas nucleares, incluyendo respuestas a ataques masivos respaldados por potencias como Estados Unidos. La decisión, justificada como una adaptación a la “situación actual”, subraya la posibilidad de una escalada sin precedentes en el conflicto.
Evacuaciones diplomáticas en curso
En medio de estas amenazas, embajadas como las de Estados Unidos, España y Grecia han operaciones cerradas en Kiev, mientras otros países evalúan acciones similares. Esto refleja el temor a un ataque aéreo de gran escala, elevando la incertidumbre entre los ciudadanos y la comunidad internacional.
El poder destructivo del arsenal ruso
Rusia posee el arsenal nuclear más grande del mundo, con más de 6.000 ojivas activas, según el SIPRI. Entre ellas destaca el misil intercontinental Sarmat RS-28, capaz de alcanzar objetivos a más de 10.000 km, y los misiles tácticos Iskander, diseñados para ataques precisos pero devastadores. Un ataque nuclear sobre Kiev podría causar cientos de millas de muertes inmediatas, además de consecuencias a largo plazo por radiación y daños ambientales.
Advertencias y posibles respuestas de Estados Unidos
El gobierno estadounidense ha emitido recomendaciones a sus ciudadanos en Ucrania para refugiarse ante alertas aéreas. Un ataque contra estadounidenses podría forzar una respuesta contundente de Washington, rompiendo la estrategia actual para evitar una confrontación directa con Moscú. Además, un incidente así podría activar el artículo 5 de la OTAN, desatando una defensa colectiva de sus aliados y aumentando las tensiones globales.
El panorama nuclear global
de Estados Unidos, con más de 5.200 ojivas nucleares activas y en reserva, mantiene arsenales en Europa como parte de su estrategia disuasoria. Líderes occidentales, como Josep Borrell, insisten en que “una guerra nuclear no se puede ganar ni debe librarse”. Sin embargo, las recientes acciones rusas han provocado alarma, destacando la urgencia de evitar errores que puedan escalar el conflicto a niveles irreversibles.
Fuente: elCOLOMBIANO
Foto: Tribuna Abierta