El Sumo Pontífice, en un mensaje dirigido a todos los sacerdotes del mundo, propone una modificación significativa para el desarrollo de la Santa Misa. Criticó también a los curas que prolongan demasiado sus discursos sin claridad.

Francisco instó a los sacerdotes de todas partes a reducir la duración de la homilía a un máximo de 8 minutos, argumentando que las personas tienden a perder interés y quedarse dormidas.

Subrayó la importancia de que la homilía sea concisa, transmitiendo su mensaje a través de imágenes, pensamientos o sentimientos claros.

El Papa también abordó el tema de la paz mundial, exhortando a todos a rezar por países como Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y otros afectados por conflictos.

Durante un recorrido en el Papamóvil por la plaza principal del Vaticano, acompañado por cuatro niños, reiteró su llamado a la paz y destacó que la guerra siempre representa una derrota desde su inicio.

La homilía en la liturgia católica se presenta después de la lectura del Evangelio y tiene como objetivo reflexionar sobre las lecturas bíblicas del día.

El Papa Francisco enfatizó que la homilía debe facilitar la transferencia de la Palabra de Dios de la Biblia a la vida cotidiana, haciendo hincapié en que este momento crucial de la misa debería ser breve y claro para mantener el interés de los fieles.