Las escuelas de Tampa, Florida, están tomando medidas proactivas ante la inminente llegada de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Este fenómeno ha generado una preocupación considerable dentro de la comunidad educativa, impulsada por un reciente comunicado del Departamento de Seguridad Nacional.
Contexto
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el clima de ansiedad en las escuelas ha ido en aumento. Los educadores y padres temen que las operaciones de ICE puedan interrumpir la vida cotidiana de los estudiantes. Según un artículo del Tampa Bay Times , el profesor de historia Brandt Robinson ha expresado que existe «una enorme cantidad de miedo y ansiedad» entre los alumnos y sus familias.
Medidas Adoptadas por las Escuelas
En respuesta a esta situación, las escuelas han establecido protocolos específicos. Estos incluyen:
- Confidencialidad de Registros: Las instituciones educativas enfatizan la confidencialidad de los registros de los estudiantes. Esto significa que no se registrará el estatus de ciudadanía de los alumnos, en cumplimiento con un fallo de la Corte Suprema de EE.UU. UU. de 1982.
- Derechos de los Padres: Los padres tienen el derecho de estar presentes durante cualquier interrogatorio que lleve a cabo un agente de ICE. Si un oficial desea interrogar a un estudiante, deberá proporcionar razones convincentes para hacerlo.
- Intervención Fuera del Horario Escolar: Se ha establecido que los agentes de ICE deben intentar contactar a los estudiantes fuera del horario escolar y fuera de las instalaciones educativas, cuando sea posible.
Estas son parte de un esfuerzo más amplio para garantizar la seguridad de los estudiantes y minimizar la interrupción de las medidas de su educación.
Respuesta de Autoridades y Comunidad
El Departamento de Seguridad Nacional ha indicado que ICE, junto con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), intensificará sus esfuerzos para abordar a los inmigrantes indocumentados, incluso en áreas consideradas «sensibles», como escuelas e iglesias. En este contexto, se ha afirmado que «los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas».
La reacción de la comunidad ha sido variada. Algunos apoyan las medidas de ICE, argumentando que son necesarias para la seguridad pública, mientras que otros critican la posible criminalización de los estudiantes y sus familias.
La llegada de agentes de ICE a las escuelas de Tampa representa un desafío significativo para la comunidad educativa. Las adoptadas por las escuelas buscan proteger a los estudiantes y sus familias, al tiempo que se enfrentan a un clima de temor y ansiedad. La situación continúa evolucionando, y la comunidad está a la espera de cómo se desarrollarán los acontecimientos en el futuro.
Fuente: EL TIEMPO
Foto: Tribuna Abierta