La Policía Nacional ha lanzado una licitación para adquirir al menos diez detectores portátiles capaces de reconocer los latidos del corazón, con el fin de frenar la llegada de migrantes ocultos en dobles fondos y otros recónditos espacios en vehículos que cruzan la frontera española.

Los dispositivos se destinarán a la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) y se utilizarán principalmente en los controles fronterizos de Ceuta, Melilla y los principales puertos del sur de la península. La compra está valorada en 362.000 euros.

La Policía considera «imprescindible» la adquisición de estos detectores para luchar contra la inmigración ilegal y proteger la vida de los migrantes ocultos en vehículos, que a menudo se esconden en huecos externos e internos de los vehículos.

Los detectores de latidos de corazón son especialmente útiles cuando hay una alta cadencia de vehículos en los controles fronterizos, permitiendo a los agentes obtener información en tiempo real sobre personas ocultas sin necesidad de abrir los compartimentos sellados, lo que agiliza los procesos y evita colapsos.

La Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) será la encargada de utilizar estos dispositivos, reforzando las unidades territoriales y los puestos fronterizos que lo requieran para el control de vehículos y personas, lucha contra la inmigración ilegal y trata de seres humanos.

Según el Ministerio del Interior, en lo que va de año, 24.898 personas migrantes han llegado a España por vías irregulares, casi el doble respecto al mismo periodo del año pasado, lo que resalta la urgencia de medidas efectivas para controlar la inmigración ilegal.