La Selección Paraguaya de Fútbol logró una victoria crucial al derrotar 1-0 a Brasil en un emocionante partido de la fecha 8 de las Eliminatorias Sudamericanas. Este triunfo permite a la Albirroja sumar 4 puntos vitales y reavivar sus esperanzas de clasificación para el Mundial de 2026, gracias a un equipo que mostró gran determinación y un fuerte espíritu combativo.

El equipo dirigido por Gustavo Alfaro planteó un partido sólido en defensa y letal en ataque, con un golazo de Diego Gómez a los 19 minutos del primer tiempo que terminó siendo decisivo. Paraguay esperó pacientemente a Brasil en los primeros minutos, cediendo el protagonismo al equipo visitante, pero se mostró preciso al momento de capitalizar sus oportunidades.

El gol llegó tras un centro de Junior Alonso que fue despejado a medias por la defensa brasileña, dejando el balón en los pies de Diego Gómez. Con un potente disparo desde fuera del área, Gómez hizo vibrar al Defensores del Chaco y marcó el tanto que desató la euforia de los aficionados.

Brasil intentó reaccionar de inmediato, generando varias oportunidades peligrosas, pero la defensa paraguaya, liderada por Junior Alonso, y las atajadas de Gatito Fernández mantuvieron el arco invicto. A pesar de los esfuerzos de Vinícius y Rodrygo, los brasileños no lograron superar la muralla defensiva albirroja.

El segundo tiempo fue un verdadero desafío para Paraguay, que tuvo que resistir los ataques constantes de Brasil. Alfaro realizó cambios tácticos para refrescar el equipo, incluyendo el ingreso de Alex Arce y Ramón Sosa, quienes ayudaron a mantener la ventaja hasta el pitazo final.

El triunfo no estuvo exento de contratiempos, como la lesión de Omar Alderete y la amonestación de Diego Gómez, que lo deja fuera del próximo partido frente a Ecuador. Sin embargo, el resultado revitaliza las aspiraciones de Paraguay y devuelve la ilusión de clasificar al Mundial de 2026.

La victoria sobre Brasil recuerda las antiguas gestas del fútbol paraguayo y reafirma su capacidad de competir contra las grandes potencias del continente, en un camino que promete ser arduo pero lleno de esperanza bajo la dirección de Gustavo Alfaro.