Abuso Religioso y el Cambio Climático
En un acto sin precedentes, el papa Francisco y el gran imán de la mezquita de Istiqlal, Nasaruddin Umar, firmaron un acuerdo histórico este jueves en Yakarta. Este documento, que se inspira en el «Documento sobre la fraternidad humana» firmado en Abu Dhabi, busca enfrentar dos crisis globales críticas: la deshumanización y el cambio climático.

La firma del acuerdo se llevó a cabo durante un encuentro interreligioso en la mezquita de Istiqlal, la mayor del sudeste asiático. El evento reunió a líderes de diversas religiones, incluidos el islam, el protestantismo, el catolicismo, el hinduismo, el budismo y el confucianismo. Este espacio de diálogo subraya la importancia de la colaboración entre religiones para abordar los problemas globales.

El documento firmado aborda la creciente preocupación por la deshumanización, caracterizada por violencia y conflictos generalizados que a menudo utilizan la religión como pretexto, causando un sufrimiento inmenso, particularmente entre mujeres, niños y ancianos. Además, se señala la explotación de la creación por parte del hombre, que ha exacerbado el cambio climático, resultando en desastres naturales, calentamiento global y condiciones meteorológicas impredecibles.

En su mensaje, el papa Francisco hace un llamado a las religiones para que orienten sus valores hacia la promoción de una cultura de respeto, dignidad, compasión, reconciliación y solidaridad. Se insta a las comunidades religiosas a colaborar en la identificación de las causas de estas crisis y en la implementación de medidas adecuadas para superarlas.

El acuerdo también resalta la importancia del diálogo interreligioso como una herramienta esencial para resolver conflictos en todos los niveles, desde locales hasta internacionales. Los firmantes llaman a todas las personas de buena voluntad a actuar con firmeza para preservar la integridad del ecosistema, protegiendo los recursos que hemos heredado y que debemos transmitir a las futuras generaciones.

Este compromiso conjunto refleja un esfuerzo significativo por parte de líderes religiosos para abordar los desafíos globales mediante la cooperación y el respeto mutuo, marcando un hito en la historia de las relaciones interreligiosas.