Con la llegada de la temporada de vacaciones de primavera y el anticipado eclipse solar, las gasolineras en el estado de Nueva York se preparan para un aumento significativo en el tráfico y la demanda de combustible. Mientras tanto, los precios de la gasolina se mantienen estables en alrededor de $3,45 por galón, aunque existe la preocupación de que puedan aumentar después de la reciente tragedia en el puente Francis Scott Key en Baltimore, Maryland.

En medio de este panorama, muchos se preguntan qué medidas pueden tomar en cuanto al almacenamiento de gasolina para futuras necesidades, ya sea para vehículos o equipos como cortadoras de césped. En el estado de Nueva York, existen leyes y restricciones específicas que regulan esta práctica.

Según las regulaciones vigentes, el transporte de gasolina se permite únicamente a través de latas portátiles de combustible con una capacidad máxima de 5 galones cada una, o mediante tanques de combustible de carga, debidamente etiquetados. Se establece un límite de cuatro (4) latas portátiles por vehículo, garantizando así un manejo seguro del combustible.

Además, es importante recordar algunas pautas clave en cuanto al almacenamiento de gasolina, como la compra únicamente de lo necesario, el uso eficiente del combustible existente y el almacenamiento adecuado fuera de la vivienda o el lugar de trabajo.

En cuanto a las cantidades permitidas para almacenamiento, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Asociación Nacional de Protección contra Incendios ofrecen recomendaciones que oscilan entre 1 y 25 galones, dependiendo de las regulaciones locales y de seguridad contra incendios. En el caso específico de la ciudad de Nueva York, el límite establecido es de 2,5 galones, de acuerdo con los códigos de incendios locales.

Estas medidas buscan garantizar la seguridad pública y prevenir posibles riesgos relacionados con el almacenamiento y transporte de gasolina, promoviendo prácticas responsables y cumplimiento de las regulaciones establecidas.