
Esponjas de Melamina: Fuentes Ocultas de Microplásticos Tóxicos en el Hogar
15/07/24 – 21:50 P.M
Un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology ha descubierto que un elemento utilizado diariamente en la limpieza de la cocina libera billones de partículas de microplásticos tóxicos cada mes.
Los investigadores observaron que las esponjas de melamina, usadas para lavar platos, desprenden material durante el lavado, lo que podría ser perjudicial para la salud.
La investigación revela que la espuma de melamina está compuesta de polímero de poli (melamina-formaldehído), un plástico resistente que forma una espuma ligera y abrasiva, ideal para esponjas de alta abrasividad. Sin embargo, con el uso continuado, estas esponjas se desgastan y liberan microfibras plásticas.
Yu Su, Baoshan Xing, Rong Ji y sus colegas concluyeron que estas microfibras pueden ser arrastradas por los sistemas de alcantarillado y liberarse en el medio ambiente, donde pueden ser ingeridas por la fauna y entrar en la cadena alimentaria.
Cada vez que se usa una esponja, se liberan aproximadamente 6,5 millones de microplásticos por gramo, lo que equivale a unos 4,9 billones a nivel mundial, según los investigadores.
Los microplásticos son diminutas partículas de plástico con un diámetro menor a 5 mm, generadas como residuos de materiales desechados sin tratamiento adecuado. Su pequeño tamaño facilita su entrada en el cuerpo humano o animal a través de la inhalación o ingestión.
Diversos estudios han encontrado microplásticos en el cuerpo humano, incluyendo pulmones, testículos, sangre y leche materna. Un estudio en Environment International demostró que ciertos aditivos en microplásticos pueden penetrar la piel, destacando la necesidad de más investigaciones sobre los impactos en la salud.
Un estudio en el New England Journal of Medicine asoció microplásticos y nanoplásticos en vasos sanguíneos humanos con un mayor riesgo de problemas cardíacos y cerebrales. Investigadores de la Universidad de Viena encontraron partículas de plástico en el cerebro de ratones poco después de ingerir agua contaminada, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades neurológicas.
Para reducir la contaminación, los científicos recomiendan fabricar esponjas más densas y resistentes. También aconsejan optar por productos de limpieza naturales sin plástico.
Existen esponjas ecológicas hechas de yute, luffa, fibras de coco, cobre y cepillos de madera con cerdas vegetales, que no solo no desprenden microplásticos, sino que también son biodegradables.
Fuente: Infobae
Foto: Unsplash