19/07/24 – 14:00 P.M
Docenas de víboras de cascabel se arrastran y se deslizan unas sobre otras en una “mega madriguera” en Colorado, la cual ahora puede ser observada en cualquier momento gracias a una cámara web instalada.
Aunque una «mega madriguera» con hasta 2,000 víboras de cascabel puede no ser del gusto de muchos, es un espectáculo fascinante para científicos y entusiastas de las serpientes, quienes están ampliando su conocimiento sobre estos reptiles que suelen tener una mala reputación.
Ubicada en una remota ladera rocosa del norte de Colorado, esta madriguera ofrece un refugio cálido y seguro para las serpientes contra los depredadores.
«Es una gran guarida para las víboras de cascabel y una de las más grandes que conocemos», dijo Emily Taylor, profesora de biología de la Universidad Politécnica Estatal de California (Cal Poly) y líder del Proyecto RattleCam.
Investigadores de Cal Poly instalaron la cámara web en mayo, aprovechando la experiencia adquirida al colocar una similar en California. La ubicación exacta en Colorado se mantiene en secreto para proteger a las serpientes.
Las víboras de cascabel de Colorado se refugian en la madriguera durante el invierno y emergen en primavera. En esta época del año, solo las hembras gestantes están en la madriguera, mientras que los machos y otras hembras se desplazan a zonas bajas.
Las crías de víbora de cascabel, que nacen en agosto y son llamadas viboreznos, no nacen de huevos sino vivas, a diferencia de la mayoría de los otros reptiles.
Las madres de víbora de cascabel cuidan de sus crías, protegiéndolas de los depredadores y resguardándolas con su cuerpo, incluso cuidando a veces de crías de otras serpientes.
«Las víboras de cascabel son muy buenas madres, algo que la gente no sabe», afirma Taylor.
La cámara web permite a los científicos observar el comportamiento de las serpientes sin interferir, y los observadores en internet ayudan informando sobre eventos que los científicos podrían pasar por alto.
«Es un esfuerzo comunitario que los científicos no podríamos hacer solos», dice Taylor.
A veces, hay drama en la madriguera, con halcones de cola roja sobrevolando en busca de comida y urracas atrapando crías de serpientes.
Durante la lluvia, las víboras de cascabel se enrollan para recoger agua de las copas que forman con su cuerpo.
Taylor espera más actividad tras el nacimiento de las crías y en septiembre, cuando las serpientes regresen a la madriguera para prepararse para el invierno.
A pesar de su reputación, las víboras de cascabel son animales sociales y generalmente no agresivos, señala Taylor. «Quiero mostrarle a la gente que las víboras de cascabel tienen un lado digno de admiración», añade.
Fuente: Los Angeles Times
Foto: Unsplash