Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks, celebró la victoria del campeonato de la NBA 2011 en Miami. Al intentar comprar una botella de champán valorada en $140,000, su tarjeta American Express Centurion fue rechazada, provocando un momento incómodo que resolvió con una llamada al banco.

Una celebración de lujo en Miami
Tras la emocionante victoria de los Dallas Mavericks en las finales de la NBA 2011, Mark Cuban decidió llevar la celebración al exclusivo club nocturno LIV en Miami. Acompañado por su equipo y amigos cercanos, Cuban optó por conmemorar la victoria adquiriendo una extravagante botella de champán Armand de Brignac, también conocida como Ace of Spades.

Esta botella de 15 litros tenía un valor estimado de $140,000, aunque algunas fuentes sugieren que el precio final fue de $90,000​. El gesto pretendía ser el broche de oro de una noche inolvidable para el magnate y sus compañeros de equipo, quienes celebraban el primer campeonato de los Mavericks bajo su mando.

Un contratiempo inesperado con la Amex Centurion
A pesar de su poder adquisitivo y la exclusividad de su tarjeta American Express Centurion, conocida coloquialmente como la “Black Card” y sin límite de gasto, Cuban se vio envuelto en una situación incómoda. Al intentar procesar el pago de la ostentosa botella, su tarjeta fue rechazada, sorprendiendo tanto al personal del club como al propio Cuban. Al revisar el problema, descubrieron que la tarjeta no estaba autorizada para esa transacción porque era relativamente nueva. Esto provocó que Cuban tuviera que apartarse a la oficina administrativa del club para hacer una llamada al servicio de atención al cliente de American Express​

Durante una entrevista en 2018, Cuban relató el momento incómodo, destacando cómo tuvo que pedir hablar con el gerente de la compañía para que se autorizara la compra. En un intento por acelerar el proceso, Cuban intentó apelar a la pasión por el baloncesto del personal, preguntándoles si habían visto la final de la NBA esa misma noche. Finalmente, logró que la transacción fuera aprobada, lo que le permitió realizar la compra sin más contratiempos​.

Una lección irónica sobre las tarjetas de crédito
Resulta irónico que Cuban, conocido por desaconsejar el uso de tarjetas de crédito, viviera este incidente. En numerosas ocasiones, el empresario ha compartido su visión de que las tarjetas de crédito no son necesarias para alcanzar el éxito financiero, y ha advertido a las personas sobre los peligros de usarlas de forma indebida​.

No obstante, en esta ocasión, incluso alguien con la fortuna de Cuban no estuvo exento de los desafíos que pueden surgir con las tarjetas de crédito, un recordatorio de que, a pesar de su riqueza, las políticas bancarias pueden afectar a cualquiera.

El final de esta anécdota tiene un tono más ligero: tras resolver el problema con American Express, Cuban dejó una generosa propina del 22% al personal del club. Este episodio no solo demuestra que el dinero no siempre puede resolver los problemas al instante, sino que incluso aquellos con medios ilimitados a veces tienen que lidiar con inconvenientes financieros​.

Conclusión: El lado humano del éxito
El incidente de Cuban en el LIV de Miami es un recordatorio de que, aunque el dinero abre muchas puertas, también puede cerrar otras inesperadamente. A pesar del incidente, Cuban sigue siendo un ejemplo de éxito, no solo por su capacidad para gastar cifras exorbitantes, sino por su resiliencia y habilidad para superar cualquier desafío, incluso aquellos que surgen en medio de una celebración.