La estrategia del gobernador Abbott para controlar la frontera enfrenta desafíos federales

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha logrado controlar en gran medida la extensa frontera del estado con México, a pesar de los decididos esfuerzos del equipo del presidente Biden por interferir. En respuesta, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha optado por trasladar inmigrantes ilegales en avión desde California, cuyo gobernador, Gavin Newsom, no ha adoptado las medidas efectivas de Abbott.

Una medida de represalia
¿Es esta venganza contra Abbott una prueba de que se puede detener la marea migratoria? A pesar de la supuesta ofensiva del presidente Biden, el flujo de entrada sigue muy por encima del nivel que él mismo anunció que provocaría una detención de algunos «solicitantes de asilo».

Centros de detención desbordados
Como informó en exclusiva Jennie Taer del Post la semana pasada, los centros de detención de migrantes cerca de San Diego están desbordados. La solución del jefe del DHS, Alejandro Mayorkas, es realizar al menos cuatro vuelos por semana, a un costo de 80,000 dólares por vuelo, transportando a 150 migrantes cada uno desde California hasta el Valle del Río Grande en Texas.

Barreras y desafíos
Este movimiento se produce después de que Abbott rechazara múltiples demandas del DHS para bloquear sus barreras de barcazas en el Río Grande y otras innovaciones en seguridad fronteriza. Hace meses, Abbott ordenó a la Guardia Nacional de Texas asegurar Shelby Park en Eagle Pass, y después de más esfuerzos del DHS para interferir, el número de cruces fronterizos se redujo de 2,000-3,000 por día a alrededor de cinco.

Una represalia humillante
Esta situación representa otra humillación para Mayorkas, y estos vuelos parecen ser una retribución. Mientras tanto, las lagunas y exenciones en la orden de “represión” de Biden eximen a los migrantes de más de 100 países. Además, los agentes de la Patrulla Fronteriza han informado que cualquier persona embarazada o herida será liberada con una fecha de audiencia judicial futura.

La única conclusión posible es que Biden y Mayorkas desean que el flujo migratorio continúe y están dispuestos a utilizar el poder federal para castigar a cualquiera que se interponga en su camino.

Fuente: NYPost

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