Las elecciones presidenciales en Venezuela y su impacto en Nueva York: ¿Un cambio en el horizonte para los migrantes?
Desde la primavera de 2022, Nueva York ha sido testigo cercano de los efectos devastadores de la crisis multidimensional que afecta a Venezuela. La elección presidencial que se celebra este domingo 28 de julio en Venezuela es única en la historia reciente de Latinoamérica y, por primera vez, el destino político de este país resuena en la Gran Manzana, donde hasta hace cuatro años no se registraban oficialmente más de 16,000 venezolanos en el censo.
Aunque los ciudadanos venezolanos en Estados Unidos no pueden votar en estas elecciones, Nueva York ha sentido el impacto de la crisis venezolana en sus calles. Tras 25 años de un régimen autoritario iniciado por Hugo Chávez y continuado por Nicolás Maduro, la mayoría de los venezolanos esperan restaurar la democracia y poner fin a un modelo represivo, como lo indican diversas encuestas y reportes avalados por Estados Unidos. Este régimen ha provocado la migración de más de 8 millones de personas, de las cuales miles han llegado a Nueva York desde la primavera de 2022, buscando refugio en los albergues municipales.
Samuel Toledo, un migrante venezolano de 48 años, llegó a Nueva York hace un año. Tras luchar por encontrar trabajo y enfrentarse a la dura integración en la ciudad, Samuel expresa que si se observa un cambio significativo y la dictadura termina, no dudaría en regresar a Caracas. Sin embargo, la integración ha sido difícil, exacerbada por la estigmatización de la comunidad venezolana, alimentada por declaraciones del ex presidente Donald Trump sobre la llegada de delincuentes venezolanos a Estados Unidos.
Un informe de la organización Make The Road NY reveló que hasta mayo, solo el 3% de los migrantes en el sistema de refugios había conseguido un empleo estable en Nueva York. Toledo cree que las afirmaciones de Trump han agravado los prejuicios contra los venezolanos, dificultando aún más su integración.
Miguel Aveledo, otro migrante venezolano, destaca la dificultad de recuperar la estabilidad en Venezuela, incluso si se produjeran cambios políticos. La devastación dejada por el chavismo es tan profunda que requerirá años para su recuperación. La incertidumbre sobre el futuro en Estados Unidos, especialmente si Trump vuelve al poder, añade una capa más de preocupación para los migrantes venezolanos.
Carolina Espino, una docente y empresaria venezolana con 20 años en Nueva York, ve con escepticismo la posibilidad de un cambio político en Venezuela a través de elecciones. Ella cree que el régimen de Maduro, más que un sector político, es una organización criminal con conexiones globales. La presencia de bandas peligrosas como el Tren de Aragua en Nueva York, confirmada por el NYPD, ha dañado aún más la imagen de la comunidad venezolana.
A pesar de la incertidumbre y los desafíos, la comunidad venezolana en Nueva York no pierde la esperanza. Representantes locales de Vente, el partido de la líder opositora María Corina Machado, han organizado campañas para informar y motivar a los venezolanos en Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey a que animen a sus familiares en Venezuela a votar y defender el voto.
Leonel Flores, de la ‘Comunidad de Venezolanos en NY’, opina que aunque las condiciones electorales son adversas y enfrentan una dictadura, existe una fuerte resistencia y fe en que se puede lograr una transición hacia la democracia.
Nueva York sigue siendo un refugio para muchos venezolanos que buscan un nuevo comienzo, pero el desenlace de las elecciones en Venezuela podría determinar si estos migrantes deciden regresar a su país natal o continuar su lucha por una vida mejor en el extranjero.
Fuente: Fernando Martínez en ElDiarioNY