01/10/24 – 14:05 P.M
Sincronización a través de los océanos
Nuevas investigaciones sugieren que las ballenas de Groenlandia pueden coordinar sus inmersiones a más de 100 kilómetros de distancia. Estas ballenas, aparentemente solitarias, podrían estar comunicándose mediante sonidos de baja frecuencia, un fenómeno que ha desconcertado a los científicos.
Descubrimientos en la bahía de Qeqertarsuaq Tunua
En 2010, dos ballenas fueron vistas sincronizando sus inmersiones en la bahía de Qeqertarsuaq, a pesar de encontrarse completamente fuera de contacto visual. Esta observación inicial dio pie a una serie de investigaciones que intentan descubrir cómo estas criaturas logran mantener comunicación a distancias tan extremas. La respuesta puede residir en sus vocalizaciones submarinas.
Comunicación acústica: una vieja teoría
Desde la década de 1970, científicos han especulado que las ballenas barbadas podrían formar manadas acústicas, comunicándose mediante sonidos de baja frecuencia que recorren cientos de kilómetros. Esta idea, inicialmente propuesta por Roger Payne y Douglas Webb, sugirió que las ballenas, aunque dispersas, podían estar conectadas por una red de vocalizaciones.
Pruebas recientes apoyan la teoría
Un estudio reciente utilizó etiquetas satelitales y avanzados algoritmos para monitorear el comportamiento de 12 ballenas durante 144 días. El estudio reveló que dos ballenas sincronizaban sus inmersiones durante siete días seguidos, siempre a menos de 100 kilómetros de distancia, lo que apoya la idea de que se estaban comunicando.
Desafíos para la investigación
A pesar de estos hallazgos, demostrar la comunicación directa sigue siendo complicado. Las vocalizaciones de las ballenas pueden tardar más de una hora en recorrer largas distancias, lo que dificulta a los investigadores observar los intercambios en tiempo real. Las ondas de baja frecuencia, aunque eficaces, presentan obstáculos técnicos para su monitoreo.
Los avances tecnológicos como clave
El uso de etiquetas satelitales, junto con sistemas avanzados de grabación de sonido, podría ofrecer pruebas más concluyentes en el futuro. La incorporación de herramientas acústicas permitirá rastrear las vocalizaciones de una ballena y correlacionarlas con el comportamiento de otras.
Implicaciones para la conservación
Estos hallazgos podrían cambiar nuestra percepción de las ballenas barbadas, que tradicionalmente han sido vistas como criaturas solitarias. Si las investigaciones confirman la comunicación a larga distancia, será necesario reconsiderar cómo se protegen estas redes de interacción en los ecosistemas marinos.
Manadas acústicas y comportamiento social
La posibilidad de que las ballenas mantengan contacto constante sugiere que su estructura social es más compleja de lo que se pensaba. Aunque no se agrupen físicamente, las manadas acústicas podrían desempeñar un papel crucial en su supervivencia y coordinación.
La influencia del entorno en la comunicación
Las condiciones oceánicas, como la temperatura y la densidad del agua, influyen en la transmisión de las vocalizaciones. En el frío Ártico, estas características podrían amplificar el alcance de las vocalizaciones, permitiendo que las ballenas se comuniquen a distancias mayores que en otros hábitats.
Conservación y ruido submarino
Si las ballenas de Groenlandia dependen de estas redes acústicas, cualquier perturbación en el océano, como el ruido submarino generado por actividades humanas, podría interrumpir sus interacciones. Esto subraya la importancia de desarrollar estrategias de conservación que protejan no solo a las ballenas, sino también sus entornos acústicos.
El futuro de la investigación
Los científicos continúan investigando para entender mejor cómo estas ballenas utilizan las vocalizaciones a larga distancia. A medida que se desarrollan nuevas tecnologías, como los sistemas de análisis acústico y los modelos matemáticos, es probable que surjan respuestas más claras sobre la verdadera naturaleza de esta comunicación submarina.
¿Qué nos dice esto sobre otras especies?
Si las ballenas de Groenlandia se comunican de esta manera, es posible que otras especies de ballenas también lo hagan. Esto abriría nuevas líneas de investigación sobre las interacciones sociales en los cetáceos y la influencia de su entorno acústico en sus comportamientos colectivos.
Fuente: Infobae
Foto: Tribuna Abierta