
La Tragedia de Diallo Sissoko: Días de Agonía Ignorada en un Centro de Migrantes
30/10/24 – 17:05 P.M
Un Llamado Desesperado: La odisea de Diallo Sissoko por atención médica adecuada.
Condiciones Críticas: Denuncias sobre la atención en macrocentros de acogida en España.
Protestas y Expulsiones: Repercusiones tras la muerte de Sissoko en Alcalá de Henares.
Diallo Sissoko, un joven maliense de 21 años, llegó a España tras una peligrosa travesía en cayuco, pero su destino se tornó trágico cuando días de intenso dolor no recibieron la atención adecuada en un centro de migrantes en Alcalá de Henares. Sus compañeros describen que Sissoko lloraba de dolor, especialmente en el pecho y una pierna, y a pesar de su evidente malestar, solo recibió analgésicos en el hospital al que fue trasladado una vez. Este caso pone de relieve las carencias en el sistema de atención de los macrocentros, cuya gestión corresponde a organizaciones como Accem bajo supervisión del Ministerio de Inclusión.
La madrugada de su fallecimiento, otro joven migrante, Oumar, se despertó por los gritos de ayuda de Sissoko, quien había caído de su cama y clamaba por atención médica. Aunque fue llevado a la enfermería del centro a las pocas horas, solo permaneció en observación y no se llamó a una ambulancia hasta que su condición se deterioró gravemente. A pesar de los esfuerzos del personal médico, Diallo falleció tras varias horas de reanimación infructuosa, dejando en el aire preguntas sobre la calidad de la atención en centros como este, que albergan hasta 1,500 personas.
Desde hacía semanas, Sissoko sufría de dolores sin ser atendido a profundidad. El personal de Accem confirmó que en el centro solo contaban con un auxiliar de enfermería y que los servicios médicos estaban en proceso de reestructuración. La ONG defiende que contar con personal médico no es un requerimiento oficial, pero que lo mantienen como apoyo adicional. La atención limitada y la falta de recursos básicos llevaron a compañeros de Diallo a cuestionar el servicio, señalando que sus quejas nunca fueron tomadas en serio.
Las fallas en el sistema se ven reflejadas en el caso de Diallo. Aunque fue trasladado al Hospital Príncipe de Asturias, solo recibió antiinflamatorios y analgésicos, sin diagnóstico especializado de sus dolores. Según el hospital, el cuadro de síntomas no requería antibióticos, y los exámenes descartaron una infección pulmonar. Sin embargo, Diallo continuó quejándose de dolores intensos, lo cual pudo ser indicativo de una condición más grave, como un trombo no diagnosticado en la pierna.
El centro de Alcalá enfrenta numerosas quejas sobre la atención médica. Migrantes alojados allí indican que, al igual que Diallo, han esperado semanas para ser atendidos por dolencias sin recibir la ayuda necesaria. Además, denuncian una falta de intérpretes que obstaculiza la comunicación entre el personal y los residentes. La barrera del idioma dificulta la correcta identificación de los síntomas, haciendo que dolencias menores se conviertan en problemas serios al no ser atendidas a tiempo.
El fallecimiento de Diallo Sissoko encendió las alarmas y provocó que decenas de migrantes protestaran en el centro. Estas manifestaciones llevaron a la expulsión de algunos migrantes, entre ellos Oumar, quien describe que fue retenido por horas tras negarse a firmar su salida voluntaria. Activistas de la Red Española de Inmigración denunciaron estas expulsiones, afirmando que 29 jóvenes en huelga de hambre tras la muerte de Diallo recibieron amenazas de ser removidos del centro.
Exempleados del centro han señalado problemas en la infraestructura de atención. Denuncian que los migrantes deben esperar por atención debido a la falta de personal sanitario, y que incluso los trabajadores sociales están sobrecargados y no pueden realizar valoraciones adecuadas de los síntomas. Además, mencionan que los traslados al hospital están limitados, lo que complica aún más la situación para quienes padecen problemas de salud persistentes.
Las manifestaciones de los migrantes no se detuvieron con la muerte de Diallo. La indignación por las condiciones en el centro y la aparente falta de humanidad en la atención médica continúan generando tensión. Algunos migrantes, como Oumar, han tenido que buscar refugio temporal en redes de apoyo como Alcalá Acoge, una organización de vecinos que brinda ayuda provisional a quienes han sido expulsados o no tienen un lugar donde quedarse.
La muerte de Sissoko y las protestas que desencadenó han suscitado un fuerte debate sobre el modelo de macrocentros de acogida y su capacidad para garantizar condiciones dignas. Estos centros, donde cientos de migrantes esperan reunirse con sus familias o avanzar hacia otros destinos en Europa, a menudo carecen de recursos y servicios médicos adecuados, prolongando la estancia de los migrantes en condiciones difíciles y generando críticas de diversas organizaciones humanitarias.
La Secretaría de Estado de Migraciones espera los resultados de la autopsia judicial para esclarecer las causas del fallecimiento de Sissoko. Entretanto, la situación en los macrocentros españoles sigue bajo escrutinio, y organismos de derechos humanos exigen una revisión exhaustiva del modelo de atención que garantice mejores condiciones y prevenga más tragedias.
Fuente; ElDiario.es
Foto: Tribuna Abierta