Un nuevo estudio ha revelado que la clave para retrasar el envejecimiento no se encuentra únicamente en la alimentación o el ejercicio, sino en la resiliencia mental. La investigación, liderada por Yitang Zhang, del Departamento de Epidemiología de la Universidad Sun Yat-Sen, China, sugiere que la capacidad para afrontar desafíos y adaptarse a circunstancias adversas está vinculada a una mayor longevidad. Este enfoque resalta la importancia de cuidar la salud mental para alcanzar una vejez saludable.

El estudio, publicado en la revista ‘BMJ Mental Health’, destaca que la resiliencia mental es un proceso dinámico influenciado por factores como el sexo, las hormonas y la genética. Esta capacidad evoluciona a lo largo de la vida, y en la vejez es fundamental para mitigar el impacto de enfermedades crónicas y discapacidades. Los investigadores encontraron que el estrés y la ansiedad están asociados con un envejecimiento acelerado, afectando negativamente varios sistemas del cuerpo.

Los resultados se basaron en datos del Estudio de Salud y Jubilación de Estados Unidos, que comenzó en 1992 y sigue a adultos mayores de 50 años. Los participantes fueron evaluados en aspectos como perseverancia, calma y sentido de propósito. Durante un seguimiento de 12 años, los investigadores encontraron que quienes mostraban mayor resiliencia mental presentaban un menor riesgo de muerte, subrayando la eficacia de promover esta capacidad psicológica para mejorar la calidad de vida en la vejez.