El aumento de devoluciones falsas en Amazon está poniendo en jaque a pequeños y medianos empresarios, desafiando las políticas del gigante del comercio electrónico y erosionando sus márgenes de ganancia.

El incremento de devoluciones falsas plantea un grave problema para las tiendas que operan en Amazon, socavando su modelo de negocio y afectando a empresarios de todos los tamaños.

Amazon se ha ganado una reputación por su política pro-cliente en casos de insatisfacción con productos, lo que ha llevado a un sistema de devoluciones fácil y rápido. Sin embargo, esta facilidad también ha sido aprovechada por estafadores que devuelven artículos falsificados, usados o incluso basura en lugar de los productos originales.

Las historias de vendedores afectados por devoluciones falsas son variadas y reveladoras. Por ejemplo, Nicole Barton, vendedora de ropa y accesorios, experimentó una avalancha de devoluciones fraudulentas, donde los usuarios devolvían artículos de marca, como carteras Coach y zapatos deportivos Nike, pero los reemplazaban por imitaciones sin valor o productos completamente diferentes, como chanclas.

Barbara Boschen, vendedora de artículos para el hogar, también se vio afectada al recibir devoluciones de cajas de cable y barras de jabón usadas.

Amazon se enfrenta a un serio problema, ya que las devoluciones fraudulentas representaron pérdidas significativas para el sector minorista en 2023, según la National Retail Federation.

Ante esta situación, Amazon ha anunciado una postura de ‘tolerancia cero’ hacia las devoluciones fraudulentas y está invirtiendo en detección y prevención del fraude, incluyendo la colaboración con fuerzas del orden. Además, está considerando diversas soluciones, como aumentar el control sobre el proceso de devolución por parte de los vendedores y mejorar la trazabilidad de los productos.