29/06/24 – 8:05 A.M
El obispo excomulgado Pablo Rojas y el cura José Ceacero han sido expulsados del monasterio de Belorado por las exmonjas clarisas, quienes fueron excomulgadas el pasado sábado. Esta medida podría estar relacionada con las indicaciones del bufete de abogados contratado por las exreligiosas para su representación legal.
La decisión parece estar motivada por intereses legales y patrimoniales, dejando en segundo plano la acción pastoral y las diferencias doctrinales que originaron el cisma. Desde el 13 de mayo, las exclarisas han impedido la entrada a los capellanes oficiales, argumentando que la Pía Unión de San Pablo Apóstol se encargaba de la eucaristía y la dirección espiritual. Sin embargo, con la salida de Rojas y Ceacero, no hay nadie celebrando misa en Belorado.
La noticia se ha difundido a través de llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp de las exreligiosas a sus familiares. Fuentes de ABC han confirmado que Rojas y Ceacero abandonaron el convento el día anterior. Algunos familiares han cuestionado a la exabadesa Laura García de Viedma sobre la razón de este cambio, ya que ella fue quien llevó a ambos al monasterio y ahora los expulsa, dejando a la comunidad sin asistencia espiritual.
La expulsión de Rojas y Ceacero fue decidida en una reunión en el monasterio con representantes del bufete de abogados de Santander, Sarabia y Asociados, y otros expertos legales. Estos abogados han defendido la posición de las exmonjas argumentando que, al romper con Roma, quedan fuera del derecho canónico. Sin embargo, tanto las explicaciones de la Iglesia como los hechos sugieren que esta interpretación es incorrecta.
La presencia de Rojas y Ceacero en el monasterio era incómoda debido a la falta de legitimidad de la Pía Unión de San Pablo Apóstol, que resultó ser una entidad ficticia sin propiedades ni miembros, aparte de Rojas y Ceacero. Además, la arrogancia de Ceacero en su rol de portavoz de las exmonjas ha perjudicado la imagen que intentaban proyectar. La verdadera intención de las exreligiosas parece ser transformar los monasterios en entidades civiles, un plan que se ve obstaculizado por la presencia de Rojas y Ceacero, quienes buscaban un lugar para su organización.
Fuente: ABC
Foto: Unsplash