Oklahoma se alza como el epicentro de un proyecto arquitectónico de gran envergadura: la construcción del rascacielos más alto de Estados Unidos. Situado en este estado, el complejo de edificios en desarrollo tiene como objetivo transformar el panorama urbano y económico de la región.
El proyecto contempla la edificación de cuatro torres, que en conjunto albergarán 1.776 unidades residenciales y un lujoso hotel. Con una altura proyectada de 581 metros, superará la altura del One World Trade Center en Nueva York, posicionándose como un símbolo de modernidad y desarrollo para Oklahoma.
Para llevar a cabo esta ambiciosa empresa, se ha asignado un presupuesto de mil seiscientos millones de dólares. Una vez obtenida la financiación necesaria, se espera que las obras inicien en los próximos meses, dando paso a un nuevo hito en la arquitectura estadounidense.
Sin embargo, la ubicación del proyecto presenta desafíos únicos. Situado en un área con menos de un millón de habitantes y propensa a remolinos y tornados, el diseño del complejo debe contemplar medidas de seguridad extraordinarias. El estudio AO Architecture ha desarrollado planos con especial atención a la resistencia ante tornados, incluyendo una capa de hormigón reforzado alrededor de los ascensores y ventanas diseñadas para soportar vientos huracanados.
Aunque no se plantea como una competencia directa con el rascacielos más alto del mundo en Dubái, el proyecto de Oklahoma busca atraer inversiones y promover el crecimiento económico del estado. Con la aprobación de la Comisión de Planificación de la ciudad de Oklahoma, se espera que este ambicioso proyecto contribuya significativamente al desarrollo urbano y económico de la región.
Fuente: MUNDODEPORTIVO
Foto: OA Architecture-Unsplash