La Casa Blanca emitió una contundente advertencia a Corea del Norte, señalando que los oficiales que decidan luchar en Ucrania se convertirán en objetivos militares legítimos. Esta declaración se dio en el contexto de la inteligencia que sugiere el envío de alrededor de 3,000 soldados norcoreanos para apoyar a las Fuerzas Armadas de Rusia.

El portavoz del Consejo de Seguridad, John Kirby, enfatizó que si estos soldados se unen al conflicto, estarán sujetos a las reglas de la guerra, lo que representa un cambio significativo en la dinámica del enfrentamiento. Esta advertencia busca disuadir al régimen de Kim Jong-un de continuar con sus planes, que podrían complicar aún más la situación en el campo de batalla.

Recientes informes de inteligencia surcoreana indican que Corea del Norte ya ha enviado un contingente inicial de tropas a Moscú, con el objetivo de alcanzar un total de 10,000 soldados para diciembre. La Casa Blanca también ha corroborado estos informes, afirmando que hay evidencia de que estas tropas están recibiendo entrenamiento para el uso de drones y otros equipos militares en Rusia.

La cooperación entre Pyongyang y Moscú se enmarca dentro de un acuerdo más amplio que incluye una cláusula de mutua defensa, posiblemente a cambio de tecnología avanzada para el programa nuclear y balístico de Corea del Norte. Esta dinámica ha suscitado preocupación entre los aliados de Ucrania, quienes temen que la participación norcoreana en el conflicto represente un riesgo significativo.

El secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, validó la información de los informes, pero advirtió que aún es incierto cuál será el papel exacto de estas tropas en el conflicto. «El impacto de su participación sería muy grave», declaró, enfatizando que esto podría afectar tanto a Europa como a la región del Indo-Pacífico.

Además, la OTAN consideró que el envío de tropas norcoreanas marcaría una escalada considerable en el apoyo de Corea del Norte a Rusia, lo que confirmaría las serias dificultades que enfrenta el Kremlin en el campo de batalla. Esta situación pone de relieve la necesidad de una respuesta coordinada por parte de los aliados occidentales.

Mientras tanto, la inteligencia militar ucraniana ha hecho un llamado directo a los soldados norcoreanos, instándolos a desistir de unirse a las fuerzas rusas y a rendirse. A través de un video en coreano, la GUR ucraniana ofreció protección a aquellos que abandonen la lucha, advirtiendo sobre las consecuencias que enfrentarán si eligen el camino opuesto.

«Nos dirigimos a los soldados del Ejército Popular de Corea que han sido enviados a ayudar al régimen de Putin. No deben morir sin sentido en tierra de otros», se escuchó en el mensaje. Los prisioneros de guerra rusos, quienes han optado por rendirse, se encuentran en condiciones de comodidad, destacando la opción de una salida pacífica.

A pesar de estas acusaciones, tanto Pyongyang como Moscú han desmentido la información, reiterando su postura sobre la situación en Ucrania. La tensión entre estas naciones y los aliados occidentales continúa aumentando, mientras la guerra en Ucrania entra en una nueva fase crítica.