El colágeno, una proteína crucial para el cuerpo humano, que fortalece los huesos, músculos y cartílagos, además de mantener la elasticidad de la piel y prevenir el envejecimiento celular, puede disminuir con el tiempo. Expertos sugieren que ciertos alimentos pueden potenciar sus efectos, y entre ellos destaca un vegetal fácilmente incorporable en la dieta diaria: el repollo.

El repollo, ya sea blanco o en col, perteneciente a la familia de las brasicáceas, ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Rico en vitamina C y betacaroteno, actúa como antioxidante, previniendo el envejecimiento de la piel, el cabello y las uñas, y reduciendo la aparición de arrugas faciales.

Este vegetal es una fuente natural de colágeno, al igual que otros alimentos como la remolacha, el tomate o la berenjena. Sus propiedades abarcan desde proteger las células de los radicales libres hasta fortalecer el sistema inmune.

Además, su contenido de vitamina K contribuye a la coagulación sanguínea, mientras que el folato potencia los neurotransmisores y los minerales como el potasio, hierro, fósforo y calcio son esenciales para diversos procesos corporales.

Incorporar el repollo a la dieta es fácil y versátil. Puede consumirse crudo en ensaladas, como en la clásica ensalada de coleslaw americana, o cocido en guisos junto con otros ingredientes como papas, zanahorias, chorizo, calabaza o morrón. También puede servir como guarnición junto a platos principales como pechuga de pollo a la plancha, añadiendo un toque de sabor y nutrición a las comidas cotidianas.