El Papa Francisco ha criticado la hipocresía de aquellos que se declaran fervientes católicos pero llevan una vida que contradice los principios de la fe. En sus palabras durante la misa matutina en Casa Santa Marta, el Sumo Pontífice advirtió sobre el daño que esta «doble vida» causa a la comunidad católica y cómo puede socavar la credibilidad de la religión en su conjunto.

Durante su discurso, el Papa Francisco condenó la conducta de aquellos que se presentan como devotos católicos, pero en realidad llevan a cabo acciones moralmente cuestionables, como participar en negocios deshonestos y explotar a otros.

El Pontífice explicó que el escándalo surge cuando las personas dicen una cosa y hacen otra, lo que genera una sensación de hipocresía que socava los valores fundamentales de la fe. Ejemplificó esta idea con la situación de un empresario católico que disfrutaba de unas vacaciones lujosas mientras sus empleados enfrentaban dificultades económicas debido a salarios impagos.

Francisco advirtió sobre el impacto negativo que esta conducta tiene en la percepción de la Iglesia y la fe católica en general, señalando que tales acciones hipócritas pueden llevar a que otros desconfíen de la religión. Esta hipocresía, según el Papa, representa una amenaza significativa para la comunidad católica y su credibilidad moral.

Al reconocer la prevalencia de este comportamiento hipócrita, el Papa instó a los fieles a vivir de acuerdo con los principios cristianos y a ser coherentes en su fe y acciones. Solo a través de una vida auténticamente cristiana, argumentó, se puede evitar el escándalo y fortalecer la comunidad católica.