
El Fenómeno del Petricor: ¿Por Qué Algunas Personas Pueden Predecir la Lluvia?
Recientemente, surgió en las redes sociales una curiosa interrogante que captó la atención de muchos: la habilidad de algunas personas para prever la lluvia. La ciencia ofrece una explicación fascinante, equiparando este fenómeno humano con el instinto de algunas especies animales para detectar tormentas, incluso a larga distancia.
A pesar de que el país ha enfrentado el fenómeno de La Niña y una temporada de lluvias intensas, el interés en la capacidad humana para predecir la lluvia ha ganado relevancia, especialmente durante este verano. Los científicos sugieren que la intensa actividad de lluvias recientes podría ser una razón clave detrás de esta habilidad perceptiva.
El término «petricor», derivado del griego y adaptado del inglés «petrichor», describe el distintivo olor a lluvia que muchos pueden percibir antes de que comience a llover. Este aroma es liberado por ciertas bacterias presentes en el suelo cuando las gotas de lluvia las activan, y aunque no es tóxico, su presencia puede ser desagradable para algunos.
El profesor Mark Buttner, experto en microbiología molecular, señala que los seres humanos son extremadamente sensibles al petricor, lo que podría explicar por qué algunas personas pueden detectar la lluvia antes de que comience. Incluso en concentraciones muy bajas, este olor es perceptible para nosotros.
La geosmina, una sustancia química liberada por las bacterias en contacto con el agua de lluvia, es responsable del característico olor a petricor. Aunque no es dañina, algunos individuos pueden reaccionar negativamente a su presencia, lo que puede influir en su capacidad para anticipar la lluvia.
Otro factor que contribuye a la habilidad de algunas personas para prever la lluvia es el ozono, un gas con un aroma dulce que a menudo precede a las tormentas. Este gas, compuesto por tres moléculas de oxígeno, puede ser arrastrado desde la estratosfera hasta el suelo por corrientes de aire, alertando a las personas sobre la inminencia de una tormenta.
En resumen, tanto el petricor como el olor a ozono son señales que algunas personas pueden percibir antes de que comience la lluvia, proporcionando un fascinante ejemplo de la conexión entre los humanos y su entorno natural.
Fuente: LA NACIÓN
Foto: Unsplash