08/08/24 – 19:40 P.M
El informe de la Comisión de Estrategia Nacional de Defensa destaca la necesidad de una estrategia integral para enfrentar amenazas simultáneas
El mes pasado, la Comisión de Estrategia Nacional de Defensa de Estados Unidos publicó un informe exhaustivo que subraya la necesidad urgente de desarrollar una «fuerza de teatro de operaciones múltiple». Este nuevo enfoque estratégico es crucial para enfrentar amenazas simultáneas en diversas regiones, incluyendo el Indopacífico, Europa y Oriente Medio. La recomendación surge en respuesta a un panorama de seguridad global que cada vez muestra una mayor complejidad, con el riesgo de que los conflictos se solapen en tiempo y espacio. El informe pone de manifiesto una preocupación adicional: la necesidad de estar preparados para enfrentar un conflicto simultáneo con China y Corea del Norte, una amenaza que se está volviendo cada vez más real.
El riesgo de una guerra regional ampliada
El informe advierte que un conflicto en Taiwán podría tener ramificaciones significativas para la península de Corea. Existe una creciente probabilidad de que un conflicto entre Estados Unidos y China por Taiwán podría expandirse y arrastrar a Corea del Norte en el conflicto. La lógica detrás de esta advertencia radica en la influencia de China sobre Corea del Norte y en los incentivos estratégicos que ambas naciones podrían tener para coordinarse o al menos aprovechar la situación para sus propios fines.
China, al enfrentarse a un conflicto con Estados Unidos en Taiwán, podría intentar atacar las bases estadounidenses en Corea del Sur para distraer y debilitar la capacidad militar de Washington en la región. Este ataque no solo afectaría la capacidad de Estados Unidos para responder a la agresión china en Taiwán, sino que también podría poner en peligro a las fuerzas surcoreanas y aumentar las tensiones en la península de Corea. A su vez, Corea del Norte podría interpretar la distracción estadounidense como una oportunidad para lanzar una ofensiva contra Corea del Sur, aprovechando el momento para avanzar en sus propios objetivos y reforzar su posición en la región.
La preparación actual y sus deficiencias
El informe señala que la preparación actual de Estados Unidos y sus aliados para enfrentar un conflicto simultáneo con China y Corea del Norte es insuficiente. Las capacidades militares, los mecanismos de mando y control, y la postura de las fuerzas están diseñadas principalmente para abordar conflictos individuales, y no para manejar escenarios de guerra en dos frentes. Esta brecha en la preparación representa una vulnerabilidad crítica que podría ser explotada por Beijing y Pyongyang.
Uno de los problemas destacados es que el Comando de Fuerzas Combinadas (CFC) de Estados Unidos y Corea del Sur está enfocado en la defensa contra Corea del Norte, mientras que el Comando Indo-Pacífico se encarga de disuadir y derrotar la agresión china. La falta de coordinación entre estos comandos puede limitar la eficacia de una respuesta militar en caso de que se desate un conflicto simultáneo. Además, la planificación actual no aborda adecuadamente cómo las fuerzas estadounidenses operarían en un escenario en el que se enfrentan a amenazas en ambos frentes, lo que puede dar a los adversarios un incentivo para ampliar el conflicto.
Recomendaciones para enfrentar la amenaza simultánea
Para abordar estas deficiencias y prepararse para un conflicto simultáneo, el informe ofrece varias recomendaciones clave:
Integración de esfuerzos de planificación y preparación:
Es esencial que el Comando Indo-Pacífico y el CFC coordinen sus estrategias y preparen conjuntamente una respuesta para enfrentar a ambos adversarios simultáneamente. Esta integración ayudará a asegurar que las fuerzas estadounidenses puedan operar de manera efectiva en múltiples frentes.
Actualización de estrategias y posturas militares:
Estados Unidos debe revisar y ajustar sus estrategias, capacidades militares y acuerdos de mando para abordar la amenaza de un conflicto en dos frentes. Esto incluye una revisión de las bases y los recursos disponibles en la región para garantizar que puedan soportar una carga operativa más intensa.
Fortalecimiento de la interoperabilidad y la coordinación con aliados:
Estados Unidos debe trabajar con aliados como Corea del Sur, Japón, Australia y Filipinas para asegurar una respuesta coordinada y efectiva ante una posible escalada. La interoperabilidad y la cooperación entre los aliados serán cruciales para enfrentar un conflicto simultáneo de manera exitosa.
Realización de ejercicios y simulaciones conjuntas:
Se recomienda llevar a cabo ejercicios militares conjuntos para prepararse para diversos escenarios de conflicto simultáneo. Estos ejercicios deben incluir simulaciones que abarquen tanto el frente chino como el norcoreano para identificar y abordar posibles brechas en la preparación.
Declaración pública y garantías de compromiso:
Estados Unidos y sus aliados deben comunicar claramente su preparación para enfrentar simultáneamente a China y Corea del Norte. Seúl, en particular, debería declarar públicamente que su alianza con Washington aborda las amenazas de ambos países de manera integrada y no separada. Esto ayudará a evitar malentendidos y asegurará que Pekín y Pyongyang comprendan el compromiso de Estados Unidos en la región.
El informe de la Comisión de Estrategia Nacional de Defensa destaca que, aunque una guerra simultánea con China y Corea del Norte es un escenario indeseable, no prepararse adecuadamente para esta posibilidad podría aumentar el riesgo de que ocurra. La preparación efectiva es esencial para disuadir a estos adversarios y proteger la estabilidad regional. A medida que el panorama de seguridad global se vuelve más complejo, Estados Unidos y sus aliados deben adaptarse a estas realidades para garantizar una respuesta adecuada y efectiva a cualquier amenaza emergente.
Fuente: FP
Foto: Tribuna Abierta